Gracias a un exoesqueleto robótico que se domina con la mente, investigadores entrenaron con varios pacientes con la finalidad de que algún día pudieran utilizar estas máquinas para ayudarles a caminar de nuevo.
Después de un año, cuatro pacientes, de los ocho que conformaron el entrenamiento, experimentaron mejoras en su capacidad para percibir sensaciones del tacto por debajo de la lesión de médula espinal y recuperaron algo de control en los músculos de las extremidades inferiores, determinó la investigación.
“No podíamos prever este sorprendente resultado clínico cuando empezamos el proyecto”, declaró el doctor Miguel Nicolelis, neurocientífico de la Universidad de Duke, que condujo el estudio como parte del Proyecto Camina de Nuevo en São Paulo, Brasil.
De acuerdo a los estudios arrojados por la investigación, los pacientes que habían estado sin movimiento entre tres y cinco años, lograron dominar las interfaces cerebro-máquina, las cuales son señales que traducen las señales del cerebro en comandos y mueven un dispositivo semejante a una prótesis. El primer paso del entrenamiento consistió en manejar un avatar en realidad virtual y enseguida manejar un equipo que sostenía su peso con arneces que los ayudaban a dar primeros pasos. Finalmente, después de meses, comenzaron a utilizar el exoesqueleto robótico.