La seguridad vial y la salud son dos temas que están muy unidos ya que los conductores pueden pasar varias horas por semana al volante. Además, hay algunas enfermedades que pueden influir negativamente en la capacidad de conducción, la depresión y las alergias son un buen ejemplo de ello.
El tiempo que un conductor pasa dentro del vehículo puede tener consecuencias para la salud como problemas digestivos, alteraciones oculares, lesiones de espalda y trastornos del sueño. Pero también las personas que tienen algunas patologías pueden ver cómo se disminuye su capacidad para conducir, así que deben tener precauciones para no comprometer su seguridad ni la de los demás.
Hay algunos trastornos que pueden hacer que los conductores sean más vulnerables cuando se encuentran al volante.
Alergias
En Colombia son muchas las personas que padecen algún tipo de alegría. Conducir bajo los síntomas de este tipo de alteraciones durante la época invernal, por ejemplo, es un problema al que tienen que enfrentarse muchos conductores con estornudos, ojos llorosos, congestión nasal y, como consecuencia de ello, se pierde la concentración en la carretera, poniendo en riesgo a muchas personas, incluido el conductor.
Depresión
El desgano, la tristeza, la apatía y las sensaciones de malestar son algunos de los signos que manifiestan las personas que padecen depresión, una enfermedad que afecta a más de 300 millones de personas en todo el mundo[1], según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta enfermedad puede producir trastornos del sueño, pérdida de interés por las cosas, lo que puede afectar directamente la capacidad de conducir de las personas.
Los medicamentos utilizados para el tratamiento de ésta, tienen contraindicaciones que pueden ser perjudiciales, por lo que se recomienda a quienes la padecen que durante el tratamiento eviten conducir, consumir alcohol o drogas que pueden agravar algunos de sus síntomas.
Diabetes
Los pacientes con diabetes también se encuentran limitados para conducir, pues este factor se asocia con un mayor riesgo de accidentalidad al conducir. Se cree que los diabéticos de tipo I, tienen mayor riesgo que los diabéticos de tipo II y es independiente de si tratan su afección con insulina o con fármacos hipoglucemiantes.
Fobias
Se dice que 1 de cada 9 conductores sufre de ansiedad al volante, y que muchos de ellos dejan de conducir como consecuencia de ello. Este tipo de trastornos afecta a personas que han sufrido un accidente o episodio trágico mientras conducían, también a personas que sufren de ansiedad y estrés que se hacen más graves al subir al auto. El tratamiento habitual que eligen las personas que lo padecen es la reestructuración cognitiva, la hipnosis y las sesiones de relajación.
Apnea del sueño
Las personas que la padecen, tienen problemas como dolores de cabeza matinales, déficit de atención, somnolencia, presión arterial alta, insuficiencia cardiaca o accidentes cardiovasculares. Quienes tienen este tipo de alteraciones están en riesgo de poner en peligro la seguridad vial, por lo que necesitan tratar su alteración y superarla para conducir sin restricciones.
Es importante señalar que se debe cuidar de la salud en general y más concretamente de la capacidad visual y auditiva, antes de ponerse al volante tanto para la propia protección como para mantener la seguridad en las vías. Es importante hacerse chequeos periódicos y ser muy precavidos.
[1] https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression
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