- De acuerdo con las estimaciones actuales al menos hay 200 millones de personas con dermatitis atópica.
- De esa cifra el 60% de los casos suele derivar en cuadros de depresión.
- Por lo anterior se considera que no solo se trata de una enfermedad dermatológica sino que también provoca un grave daño emocional.
Aunque la piel es uno de los órganos más grandes del cuerpo humano también es uno de los más descuidados. Aspectos simples como una revisión visual son suficientes para identificar la aparición de lunares u otro tipo de señales de alerta. Mientras que dentro de las enfermedades dermatológicas la dermatitis atópica es una de las más comunes y de ninguna manera se trata de un problema menor.
Panorama mundial actual
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) existen al menos 200 millones de personas con este problema. Además se debe señalar que su incidencia es mayor cuando se trata de menores de edad. A la fecha se estima que esta enfermedad crónica afecta a dos de cada 10 niños.
Más allá del impacto físico que genera en los pacientes, otra de las preocupaciones es el daño emocional. Al menos el 60% de los casos de dermatitis atópica desembocan en depresión debido a las molestias constantes en la piel que terminan por alterar el estado anímico en general.
Principales síntomas físicos y emocionales
La dermatitis atópica es una enfermedad que se caracteriza por la inflamación crónica de la piel. Debido a la complejidad de los síntomas también se ven afectadas las relaciones sociales, de trabajo y de recreación.
Por ejemplo, algunos de los síntomas característicos son la picazón constante y el enrojecimiento de la piel, lo que lleva a una sensación de dolor o ardor. Estudios realizados en Estados Unidos indican que, más del 50% de los pacientes experimentan sensación de dolor, que a su vez se asocia con un rascado excesivo.
Al mismo tiempo, los pacientes también se ven afectados en momentos de vital importancia como el descanso debido a los trastornos de sueño por la enfermedad. En niños, la incidencia en los trastornos del sueño es de un 67%, mientras que en los padres o tutores de pacientes pediátricos existen entre cuatro y ocho veces más de probabilidad de tener menos de seis horas de sueño.
Por su parte, entre el 15% y el 30% de adultos con dermatitis atópica señalan a la alteración del sueño como el segundo síntoma más molesto en el padecimiento.
En cuanto al aspecto social, esta enfermedad dermatológica también altera las relaciones interpersonales de las personas. Uno de cada tres pacientes afirma que la enfermedad interfiere con el establecimiento de relaciones y el 29% siente, incluso, que impacta negativamente en su sexualidad.
“Las afectaciones como la dermatitis atópica son multidimensionales y la suma de dolor crónico, falta de descanso y aislamiento social son aspectos que naturalmente derivan en depresión. Hay casos moderados o graves donde los pacientes y hasta sus familias y cuidadores se sienten abrumados por la desesperación de no poder controlar los síntomas”, señala la doctora Ana del Carmen García, gerente médico de Inmunología de Sanofi.
Para la especialista es una enfermedad que requiere un abordaje integral, a fin de prestar atención a la salud mental de los pacientes, elemento que muchas veces se puede ver minorizado por la atención, focalizada a las afectaciones físicas de la piel.
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