Este jueves, médicos y derechohabientes del Hospital “Dr. Norberto Treviño” del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), ubicado en Matamoros, Tamaulipas se llevaron una desagradable sorpresa cuando una paciente de la que no se ha revelado su nombre, sacó una escopeta y amenazó al personal para ser atendida. Afortunadamente no se reportaron incidentes mayores y la policía que arribó al nosocomio logró controlar el problema.
Todo se generó alrededor de las 14:00 horas, cuando la paciente ingresó al hospital y permaneció en la sala de espera para recibir atención; sin embargo, producto de su desesperación por no obtener una respuesta inmediata, la mujer salió un momento a su automóvil y regresó al hospital con una escopeta calibre .12, con la que amenazó al personal para que la atendieran de inmediato y afirmó que había acudido 3 días consecutivos sin recibir por ayuda por sus problemas psiquiátricos.
Los médicos, nerviosos ante la situación, lograron tranquilizarla y se comunicaron de inmediato con elementos de la policía local, quienes desarmaron a la mujer y se la llevaron esposada a las instalaciones de la Procuraduría General de la República (PGR) para que responda por el delito de portación de arma prohibida.
Esto nos recuerda los peligros a los que se encuentran expuestos los médicos en nuestro país, pues de acuerdo con la última Encuesta Médica Nacional de Riesgo, realizada en 2015 por el Colegio Médico de México, 7 de cada 10 médicos han sido víctimas de alguna agresión por el simple hecho de ser médicos.
Igualmente cabe destacar que la violencia en contra de los médicos no es un mal exclusivo de nuestro país, sino que se presenta en prácticamente todo el mundo. En este sentido, vale la pena recordar la solicitud realizada recientemente por el Colegio de Médicos de España al presidente Mariano Rajoy para que la violencia contra los profesionales de la salud sea calificada como delito de terrorismo.