La atención a pacientes requiere de privacidad y confidencialidad. Dentro del consultorio se debe guardar total respeto y hacer las preguntas y revisiones indicadas para obtener un diagnóstico preciso. Mientras que todo lo mencionado durante la plática debe ser respetado y jamás emitir prejuicios. Todos son aspectos básicos que deben de prevalecer en cualquier tipo de servicio y en toda situación. Pero si eso es lo que tú debes hacer, lo mínimo que se espera es que la persona que tienes enfrenta también lo haga.
Por desgracia no todos los pacientes son amables y respetuosos dentro del consultorio. Existen muchas personas que muestran una actitud déspota y prepotente al momento de acudir con un médico. Además de no seguir las indicaciones generales, también exigen lo que ellos no ofrecen. Son este tipo de casos los que nadie desea atender porque ensucian las jornadas de trabajo.
De igual forma, también existen casos en los que los pacientes no respetan al médico que tienen enfrente y eso deriva en penosas situaciones como la recién ocurrida en la Ciudad de México.
Inseguridad inclusive dentro del consultorio
Fue durante la tarde de este 21 de octubre que se reportó un robo dentro del Hospital General Balbuena de la capital del país. Con base en lo documentado, una embarazada acudió a una revisión de rutina. Aunque todo parecía transcurrir con normalidad, dentro del consultorio aprovechó cuando se cerró la puerta y robó al médico que la atendía, además de llevarse varios objetos que se encontraban en el espacio.
De acuerdo con en el testimonio del médico que fue víctima del robo, la mujer le quitó su teléfono, cartera, un oxímetro y varios fármacos. Ante las amenazas, la delincuente se dio a la fuga pero gracias al apoyo del policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) se logró su captura en las inmediaciones del nosocomio.
Detención de la delincuente
Al realizar la revisión de rutina se comprobó que la mujer tenía todos los objetos mencionados por el médico. Por lo ocurrido, de inmediato fue trasladada a la Fiscalía General de Justicia (FGJ) capitalina para que las autoridades pertinentes determinen su situación legal.
La penosa situación muestra que inclusive en grandes ciudades y hospitales de amplia estructura se presentan este tipo de hechos. Por fortuna en esta ocasión no hubo consecuencias que lamentar y se logró la detención de la responsable pero no siempre es así. Ahora ni siquiera dentro del consultorio existen las suficientes garantías de seguridad para las personas encargadas de atender a los pacientes.