- Anoche se premió a la científica mexicana Esperanza Martínez Romero por la Fundación L’Oreal-UNESCO.
- La Dra. Martínez Romero descubrió que Rhizobium etli (simbionte mutualista del frijol) es un colonizador natural del maíz y promueve su crecimiento.
- La fiesta de esta edición no sólo integra a las cinco ganadoras de este año, sino a 15 talentos internacionales.
Anoche se premió a científicas de gran trayectoria, científicas laureadas que han sido reconocidas por la Fundación L’Oreal-UNESCO por sus aportaciones en diferentes campos de la ciencia, entre ellas a la Dra. María Esperanza Martínez Romero, científica mexicana.
El compromiso de esta organización se ha extendido por 24 años, en los que se ha encargado de visibilizar el talento de mujeres, luchando por una mayor igualdad e inspirando a nuevas generaciones.
La fiesta de esta edición no sólo integra a las cinco ganadoras de este año, sino a 15 talentos internacionales que recibieron el premio en las dos ediciones anteriores, pero que no pudieron recibirlo por la pandemia.
¿QUIÉN ES LA DRA. MARÍA ESPERANZA MARTÍNEZ ROMERO
La Dra. María Esperanza Martínez Romero estudió la licenciatura, maestría y doctorado en Investigación Biomédica en la Uiversidad Nacional Autónoma de México (UNAM). Realizó un posdoctorado en Francia en el INRA (Instituto Nacional de Investigación Agronómica) de Toulouse y estancias sabáticas en la Universidad de California. Es investigadora titular y coordinadora de la Licenciatura en Ciencias Genómicas de la UNAM, del Centro de Ciencias Genómicas de la UNAM en Cuernavaca, con el nivel tres del Sistema Nacional de Investigadores (SNI).
LOGROS
Resultado de sus investigaciones, la Dra. Martínez Romero descubrió que Rhizobium etli (simbionte mutualista del frijol) es un colonizador natural del maíz y promueve su crecimiento.
Ha estudiado mecanismos de dispersión de bacterias, efectos de las actividades humanas en el equilibrio de la diversidad y ha alertado sobre la probable pérdida de la diversidad de fijadores de nitrógeno debido al incremento de nitrógeno antropogénico.
Participó en un proyecto apoyado por el Global Environment Facility para evaluar el impacto de la deforestación en la selva de los Tuxtlas en Veracruz en la diversidad de rhizobia.
Como parte de su trabajo multidisciplinario, colabora con el Centro de Investigación en Energía (CIE-UNAM).
Asimismo, destaca su participación en uno de los macroproyectos de la UNAM en el cual se produjeron miles de plantas de leguminosas arbóreas nativas de México que se sembraron en la deforestada cuenca del río Tembembe.
En este sentido, estableció dos convenios en 1993 y 1996 con la Secretaría de Desarrollo Ambiental para colaborar en reforestación. Sobre la recuperación ecológica y los riesgos de liberar a campos de cultivo bacterias potencialmente patógenas para el hombre, se le invitó a escribir una nota en Scientific American Edición Latinoamericana.
Ha publicado más de 100 artículos en revistas internacionales. Cuenta con más de 4 mil citas a sus trabajos. La UNAM le otorgó las medallas Gabino Barreda en la licenciatura, maestría y doctorado y los premios: Jóvenes Universidad Nacional en 1996, Juana de Asbaje en 2003 y Universidad Nacional en 2005.
También recibió el premio de Ciencias Naturales de la Academia Mexicana en 1996. Su biografía apareció publicada en “Who’s Who in Science and Engineering” y en “Outstanding Scientists of the XXI Century”.
En enero 2009 fue invitada a ser miembro de la Asociación Americana de Microbiología.
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