Científicos del Massachusetts Institute of Technology (MIT) en los Estados Unidos se encuentran trabajando en el perfeccionamiento de una tecnología con la capacidad para delimitar el control de las funciones cerebrales través de la energía lumínica. ¿Cómo? con la utilización de bombillas LED para su interacción neuronal.
Con esta ligera introducción, el equipo multidisciplinario de especialistas ha trabajado con distintos grupos poblacionales de roedores con la intención de medir sus niveles de respuesta al momento de ser expuestos a radiación gamma con una frecuencia de 40 htz., de acuerdo con la información depositada en un artículo publicado por el medio español La Razón.
En este sentido, el proceso experimental deja ver la evolución de la proteína beta-amiloide, una de las mayores sospechosas a la hora de establecer un responsable de la enfermedad. La observación se realiza a nivel de la corteza ocular de los animales, se toman datos y se arroja un estudio.
Al respecto, Li Huei Tsai, investigadora a cargo del proyecto de investigación, cree que dicho tratamiento puede ser una alternativa para curar el Alzheimer en en los roedores, ya que se han visto resultados favorables para sostener esta hipótesis.
No son ratones normales. Han sido manipulados genéticamente mediante técnicas que se denominan optogenéticas. Se les ha introducido en ciertas células cerebrales un gen que codifica proteínas sensibles a la luz. Si recibe luz, se activa. Es como si hubieran aplicado a sus neuronas un botón de apagado y encendido. El impacto luminoso, externo o aplicado mediante pequeños sensores transcraneales, sirve de semáforo verde. Entonces, la neurona se comporta de un determinado modo: en este caso, se protege contra la progresión del Alzhéimer.
Los especialistas destacaron que este estudio es único en su tipo, pero que la idea no es del todo novedosa, ya que es el primer trabajo de investigación con solidez científica que pretende comprobar una teoría del siglo pasado. Aquella en donde se observó que la patología específica no se curó en un grupo de roedores, pero que si demostró un crecimiento del cabello.
Había una relación, sin lugar a dudas, entre la fotorecepción y la salud del objeto de estudio. Era la primera vez que se intentaba identificar que ciertas longitudes de onda de la luz pueden estimular determinadas actividades celulares.
El láser ha sido sustituido hoy por pequeñas lámparas LED, pero el principio es el mismo: en laboratorios de todo el mundo se sigue tratando de curar con luz.
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