Dentro de la actual Asamblea Mundial de Salud organizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se han abordado varios tema. Uno de ellos consiste en disminuir a la mitad para el 2030 el número de muertos o discapacitados por ataques de serpiente. Se trata de un severo problema al que no se le ha prestado la atención necesaria. A decir de las autoridades internacionales, se trata de una epidemia oculta.
Para tener una idea del impacto actual, se estima que 5.4 millones de personas sufren la mordedura de una serpiente potencialmente venenosa cada año. De ellas, 400 mil fallecen. Con las cifras mencionadas, es claro que se trata de un problema que se debe de atacar.
De esta manera, la OMS presentó la primera estrategia internacional con la que se pretende enfrentar la problemática. Para ello, gobiernos e instituciones donantes deben incrementar su respuesta y responder a las mordeduras de serpiente con la urgencia y la atención que exige esta crisis olvidada de salud pública.
Acciones que se realizarán
Entre las estrategias del programa se contempla aumentar el acceso global al tratamiento para quienes hayan sufrido de este tipo de ataques. Las cifras muestran que la mayoría de los casos mortales son ocasiones porque los pacientes no reciben atención a tiempo.
Al respecto, la organización británica Wellcome Trust anunció la creación de un programa para el que aportó 80 millones de libras. El objetivo central de la iniciativa es probar nuevos medicamentos contra el veneno de las serpientes.
Lo que es cierto es que este tipo de acciones funcionan para darle visibilidad a un problema que ha sido ignorado durante décadas.