Un principio básico de la medicina es que nada es estático porque todo se puede actualizar. Con esto en mente, a continuación te compartimos las nuevas directrices para el diagnóstico, tratamiento y atención de la meningitis que fueron publicadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
El objetivo de la modificación es acelerar la detección de la enfermedad para garantizar un tratamiento oportuno y mejorar la atención a largo plazo de las personas afectadas. De hecho, las últimas recomendaciones están basadas en la evidencia científica más reciente que existe.
A pesar de la eficacia de los tratamientos y las vacunas contra algunas formas de meningitis, la enfermedad sigue siendo una importante amenaza para la salud mundial.
¿En qué consisten las nuevas directrices para la atención de la meningitis?
Mejorar el manejo clínico de la meningitis es esencial para reducir la mortalidad y la morbilidad, minimizar las complicaciones y la discapacidad a largo plazo, y mejorar la calidad de vida de las personas y comunidades afectadas.
Las nuevas directrices proporcionan recomendaciones basadas en la evidencia relativa al manejo clínico de los niños mayores de un mes, los adolescentes y los adultos con meningitis aguda adquirida en la comunidad.
En ellas se abordan todos los aspectos de la atención clínica, como el diagnóstico, la antibioticoterapia, el tratamiento complementario y el de apoyo, y el manejo de los efectos a largo plazo.
Dadas las similitudes observadas en la presentación clínica, el diagnóstico y los enfoques de tratamiento de las diferentes formas de meningitis aguda adquirida en la comunidad, en las directrices se contemplan tanto las causas bacterianas como las virales.
Las directrices proporcionan recomendaciones para entornos tanto epidémicos como no epidémicos, y las relativas a los primeros sustituyen las directrices anteriores de la OMS, publicadas en 2014, que abarcaban la respuesta a los brotes de meningitis.
Dado que los entornos donde los recursos son limitados son los que soportan la mayor carga de meningitis, las directrices se formularon con el fin específico de proporcionar una orientación técnica que se adecue a la puesta en práctica en países de ingreso bajo y mediano.
Las directrices están destinadas a los profesionales de la salud que trabajan en establecimientos de primer y segundo nivel, como servicios hospitalarios, ambulatorios y de urgencia. Los responsables de formular políticas, los planificadores en materia de salud, las instituciones académicas y las organizaciones de la sociedad civil también pueden utilizarlas para fundamentar las iniciativas de creación de capacidad, formación e investigación.
¿Qué es la meningitis?
La meningitis es una inflamación de las meninges, que son las membranas protectoras que rodean el cerebro y la médula espinal. Esta inflamación generalmente es causada por una infección.
¿Qué tipos de meningitis existen?
- Bacterias: La meningitis bacteriana es grave y puede ser mortal si no se trata rápidamente. Las bacterias comunes que la causan incluyen Streptococcus pneumoniae, Neisseria meningitidis y Haemophilus influenzae tipo b (Hib).
- Virus: La meningitis viral es más común y generalmente menos grave que la bacteriana, a menudo mejora por sí sola. Varios virus pueden causarla, como enterovirus, el virus del herpes simple y el virus de las paperas.
- Hongos: La meningitis fúngica es rara y generalmente afecta a personas con sistemas inmunitarios debilitados.
- Parásitos: La meningitis parasitaria también es rara.
- Causas no infecciosas: En algunos casos, la meningitis puede ser causada por reacciones a medicamentos, ciertas enfermedades inflamatorias o cáncer.
De los diversos tipos que existen la meningitis bacteriana es la forma más peligrosa y puede provocar el fallecimiento del paciente en menos de 24 horas. Muchos agentes patógenos pueden causar meningitis, y se estima que en 2019 se notificaron 2.5 millones de casos en todo el mundo.
Alrededor del 20 % de las personas que contraen meningitis bacteriana presentan complicaciones a largo plazo, entre ellas discapacidades que afectan su calidad de vida. La enfermedad también conlleva grandes costos financieros y sociales para las personas, las familias y las comunidades.
¿Se puede erradicar la meningitis para el 2030?
Las directrices contribuyen a la Hoja de Ruta Mundial con miras a Derrotar la Meningitis para 2030, de carácter más amplio, que los Estados Miembros de la OMS aprobaron en 2020 y que tiene por objeto eliminar las epidemias de meningitis bacteriana, reducir el número de casos de esa enfermedad prevenibles mediante vacunación en un 50 % y las defunciones en un 70 %, y reducir la discapacidad y mejorar la calidad de vida después de una meningitis.
La consecución de los objetivos precisa de una acción coordinada en cinco ámbitos principales.
- Diagnóstico y tratamiento: detectar con más rapidez y optimizar el manejo clínico.
- Prevención y control de epidemias: obtener vacunas nuevas y asequibles; lograr una inmunización y una cobertura elevadas, y mejorar la preparación y la respuesta ante brotes.
- Vigilancia de enfermedades: fortalecer los sistemas de vigilancia para orientar la prevención y el control.
- Apoyo y atención para las personas afectadas por la meningitis: velar por el reconocimiento precoz y por que haya un mejor acceso a la atención y al apoyo relacionados con las secuelas de la meningitis.
- Promoción y compromiso: fomentar el compromiso político y la inclusión en los planes nacionales; lograr que el público comprenda mejor la meningitis, y sensibilizar sobre el derecho a los servicios de prevención, atención y cuidados posteriores.
Con estas directrices, la OMS proporciona a los países una herramienta fundamental para subsanar las deficiencias en materia de diagnóstico, tratamiento y atención de la meningitis, de modo que un mayor número de personas reciba tratamiento a tiempo y apoyo a largo plazo.
Finalmente, si deseas consultar las nuevas directrices de la OMS para la atención médica de la meningitis las puedes ver en el siguiente enlace.