La Organización Mundial de la Salud dio a conocer que el brote de fiebre amarilla que provocó la muerte de más de 400 personas en el Congo y Angola llegó a su fin.
Dicho brote fue considerado por la OMS como uno de los más difíciles en años recientes.
La fiebre amarilla fue detectada en Angola a finales del 2015 con 965 casos confirmados y miles de casos posibles en ambas naciones, informó la Organización Mundial de la Salud en una conferencia esta semana. “Ninguno de los dos países ha reportado un caso nuevo en los últimos seis meses”, aseguró el organismo internacional.
La agencia global de salud aseguró que más de 30 millones de personas fueron vacunadas en campañas de emergencia para mantener bajo control el brote de fiebre amarilla en los dos países, cuyos sistemas de salud pública son de los más pobres del mundo.
“Esta respuesta emergente sin precedentes agotó las existencias mundiales de la vacuna varias ocasiones. Sin embargo, estos brotes pueden repetirse a menos que los países adopten respuestas coordinadas”, dijo la directora de Emergencias Regionales de la OMS, Ibrahima Soce Fall.
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