- La tasa de letalidad del virus de Marburgo varía entre el 24 y 88%.
- Sus síntomas son bastante parecidos a los provocados por el ébola porque son patógenos de la misma familia.
- En septiembre de 2021 se declaró el brote sanitario anterior de esta enfermedad y así se logró su control.
Los problemas sanitarios no se terminan y aunque no se ha logrado el control de la pandemia de Covid-19 ahora hay nuevas preocupaciones. Todo se debe al virus de Marburgo y aunque ha existido desde hace años ahora la preocupación es que se ha extendido a nuevos territorios.
Como te informamos hace unos días, todo se generó porque el gobierno de Ghana dio a conocer el hallazgo de dos casos y ambas personas ya fallecieron. A partir de entonces inició una investigación para identificar con certeza las causas de los decesos.
Emiten alerta sanitaria por brote
Con ayuda de un laboratorio del Centro Colaborador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se confirmó la presencia del virus de Marburgo en las víctimas. Por lo tanto, el día de hoy el gobierno de Ghana decretó una alerta sanitaria nacional.
El Instituto Pasteur en Dakar, Senegal, recibió muestras de cada uno de los dos pacientes de la región sur de Ashanti en Ghana, ambos fallecidos y sin parentesco. Mostraban síntomas que incluían diarrea, fiebre, náuseas y vómitos.
El laboratorio corroboró los resultados del Instituto Conmemorativo Noguchi para la Investigación Médica, que sugería que su enfermedad se debía al virus de Marburgo. Un caso fue un hombre de 26 años que ingresó en un hospital el 26 de junio de 2022 y murió el 27 de junio. Mientras que el segundo fue un hombre de 51 años que se presentó en el hospital el 28 de junio y murió el mismo día. Ambos casos buscaron tratamiento en el mismo hospital con días de diferencia.
La OMS ha estado apoyando a un equipo de investigación nacional conjunto en la región de Ashanti, así como a las autoridades sanitarias de Ghana. Ya envió expertos y puso a disposición equipos de protección personal, además de reforzar la vigilancia de enfermedades. También realiza pruebas, rastrea contactos y ofrece cursos de educación sobre los riesgos y peligros de la enfermedad. Además se desplegará un equipo de expertos de la OMS en los próximos días para proporcionar medidas de coordinación, evaluación de riesgos y prevención de infecciones.
“Las autoridades sanitarias han respondido rápidamente, adelantándose a la preparación para un posible brote. Esto es bueno porque sin una acción inmediata y decisiva el brote del virus de Marburgo puede salirse de control. La OMS apoya a las autoridades sanitarias de Ghana”, dijo la Dra. Matshidiso Moeti, directora regional de la OMS para África.
Hasta este momento se han y están siendo monitoreados más de 90 contactos, incluidos trabajadores de la salud y miembros de la comunidad.
¿Qué es el virus de Marburgo?
Se trata de una fiebre hemorrágica viral altamente infecciosa de la misma familia que la más conocida enfermedad del virus del Ébola. Es apenas la segunda vez que se detecta esta enfermedad zoonótica en África occidental. La primera ocasión ocurrió en Guinea cuando se confirmó un caso en un brote que se declaró terminado el 16 de septiembre de 2021, cinco semanas después del contagio inicial.
En el pasado se han informado brotes anteriores y casos esporádicos del virus de Marburgo en Angola, la República Democrática del Congo, Kenia, Sudáfrica y Uganda.
Esta enfermedad se transmite a las personas a través de los murciélagos de la fruta y se propaga entre los humanos mediante el contacto directo con los fluidos corporales de personas, superficies y materiales infectados.
Síntomas y tasa de letalidad
La enfermedad comienza abruptamente, con fiebre alta, dolor de cabeza intenso y malestar general. Muchos pacientes desarrollan signos hemorrágicos severos dentro de los siete días. Las tasas de letalidad han variado del 24% al 88% en brotes anteriores, según la cepa del virus y la calidad del manejo de casos.
Aunque no hay vacunas o tratamientos antivirales aprobados para tratar el virus de Marburgo, la atención de apoyo (rehidratación con líquidos orales o intravenosos) y el tratamiento de síntomas específicos mejora la supervivencia.