Autoridades del la Dirección General de servicios de salud del Ministerio de Sanidad (DoH) en el Reino Unido, dieron a conocer un caso donde la habilidad de un oftalmólogo tuvo mucho que ver en la condición vital de una menor que acudió a consulta con este médico especialista debido a un “dolor de cabeza”.
Con esto en mente y derivado de la información depositada en un artículo publicado por el diario inglés Mirror, Imogen Brennan es el nombre de una pequeña de apenas seis años de edad que llegó al consultorio del doctor Mike Barnacle, médico especialista de la Clínica Vision Express, en el condado de Devon, al sur de Inglaterra.
La paciente llegó a las instalaciones de la unidad de salud luego de que los padres de “Immy” asociaran su dolor de cabeza con posibles complicaciones oculares. Decisión por demás atinada, ya que permitió al doctor Barnacle identificar, junto a su equipo de trabajo, que:
- Los nervios ópticos de la joven se encontraban muy hinchados; e incluso,
- Se detectó una presión muy importante en su cerebro.
De inmediato, la menor de edad fue trasladada al Hospital Frenchay (FH) en la Ciudad de Bristol, para practicarle una operación de emergencia.
Pericia, la herramienta del médico
Luego de la intervención quirúrgica, la parte médica que operó a la joven destacó que “Si el médico oftalmólogo, con quien tuvo el primer contacto, no hubiera actuado con tanta habilidad, perspicacia y rapidez, la pequeña habría muerto en menos de 48 horas”.