El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) afirma que alrededor de nueve de cada diez bebés nacidos en México recibieron en algún punto de su vida lactancia materna. Aunque esto podría parecer positivo, solo el 11 por ciento de estos infantes pueden disfrutar este alimento de forma exclusiva los primeros seis meses de vida, como lo recomiendan la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Un nuevo estudio liderado por Reyna Sámano, académica de la Universidad del Valle de México (UVM) y del Instituto Nacional de Perinatología (INPer) apunta que la lactancia materna es tan inconsistente en México por las exigencias de la vida laboral. En concreto, la investigación apunta que seis de cada 10 madres dejan esta práctica por reintegrarse a la fuerza de trabajo.
Los resultados fueron publicados en la revista Archivos Latinoamericanos de Nutrición, donde Sámano y su equipo de trabajo exploran por qué la lactancia materna es fomentada o desmotivada en la Ciudad de México. La principales barreras se pueden encontrar en el ambiente laboral, ya sea por la falta de capacitación para conservar en buen estado la leche o por las condiciones de trabajo inflexibles.
Otros factores por los que las mujeres dejaron de dar lactancia materna exclusiva a sus hijos son la percepción de “no tener leche” (36 por ciento) y trastornos emocionales tales como la depresión, la ansiedad y el cansancio (32 por ciento). Al respecto, los investigadores afirmaron que se necesita dar un mejor seguimiento a las mujeres para que no dejen esta práctica de lado.
Por el contrario, las actitudes que fomentaron la lactancia materna fueron la paciencia y perseverancia de la madre (46 por ciento), la buena alimentación de las mujeres (42 por ciento) y la disponibilidad de tiempo para realizar esta actividad cómodamente (37 por ciento). Sámano apuntó que estos resultados positivos se deben también a la labor del personal de salud.
Los investigadores señalan que, conforme más mujeres se integran a la fuerza laboral en México y el resto de América Latina, se deben establecer estrategias para facilitar la práctica de la lactancia materna exclusiva.