El panorama actual luce complicado para gran parte de la población mundial. Los repuntes de Covid-19 han generado nuevos picos en las cifras de contagios y algunas naciones han optado por endurecer sus medidas de prevención. Tal es el caso de México aunque además también hay otra crisis sanitaria que lleva años vigente y ahora se ha intensificado. Se trata de la obesidad que ya es una epidemia y afecta de forma considerable a la calidad en el nivel de vida.
Al final todo se encuentra relacionado porque especialistas de Laboratorios de micro y macronutrición Ysonut señalan que hay probabilidad de que las vacunas no despierten una respuesta inmune suficientemente efectiva para proteger a personas con exceso de peso. Las afectaciones causadas por el virus incrementan debido a las alteraciones que impiden la reparación celular en dichos pacientes.
A decir de la Dra. Samaria Barba, médico especialista en Medicina Intensiva y Unidad Coronaria, la obesidad provoca un estado de hipercoagulabilidad asociado a un mayor riesgo tromboembólico. Por su condición, el paciente con exceso de masa corporal no cuenta con mecanismos suficientes de reparación celular, lo que provoca severas lesiones que alteran la elasticidad y la distensibilidad pulmonar.
Mexicanos, los que más han aumentado de peso durante la pandemia
Por otra parte es necesario contemplar el estudio Acciones e intervenciones para la pérdida de peso, elaborado por la consultora internacional Ipsos. Ahí se menciona que de todo el mundo la población mexicana es la que más peso ha ganado a lo largo de la pandemia.
Dicho reporte resalta que, en promedio, los mexicanos han aumentado 8,5 kilos, problema al que se suman situaciones de riesgo como el estrés y la depresión causada por la pérdida de seres queridos o de fuentes de ingresos.
Eficacia de vacunas sería menor
Diversos estudios han detectado la incidencia que tiene la obesidad en el deterioro y gravedad que sufren los pacientes que se infectan de Covid-19. Sumado a esto, resalta la probabilidad de que las vacunas no despierten una respuesta inmune suficientemente efectiva para proteger a pacientes con obesidad frente a la enfermedad.
A lo anterior se debe añadir que actualmente el 75.2 por ciento de los connacionales adultos sufren de sobrepeso u obesidad, de acuerdo con la Encuesta de Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut). Este panorama es bastante grave y debería preocupar a la población de forma adicional a las medidas de sana distancia e higiene relacionadas con la Covid-19.
Según la Secretaría de Salud (SSa), al corte del 1º de agosto del presente año, en México se han aplicado más de 67 millones 355 mil dosis, lo que representa el 53 por ciento de la población en edades a partir de los 18 años.
No obstante el importante avance en la vacunación, la Dra. Samaria Barba, hace un llamado a la población para alertar sobre la relación tóxica entre el Covid-19 y la obesidad.
“Es fundamental que los pacientes acudan a consultas médicas y sigan los controles necesarios, en materia de nutrición y obesidad, que son determinantes para mejorar la salud y la calidad de vida de los pacientes”.
La obesidad es una enfermedad crónica que cursa con un estado inflamatorio sistémico, que es el gran promotor de enfermedades como la hipertensión, la diabetes y la dislipemia. Este aumento de peso provoca un desbalance entre interleucinas proinflamatorias (IL6) y las adiponectinas antiinflamatorias. Esto supone un desequilibrio entre los factores inflamatorios y antiinflamatorios y provocan un déficit en el sistema inmune, no solo humoral sino también celular.
Sumado a ello, recientes estudios han concluido que, debido a las alteraciones que los pacientes con obesidad tienen en la inmunidad, es probable que las vacunas no despierten una respuesta inmune suficientemente efectiva para protegerlos.