La obesidad infantil en México representa un creciente problema de salud pública. Va más allá de los aspectos estéticos porque en realidad se trata de una enfermedad y un factor de riesgo para el desarrollo de múltiples enfermedades. Al mismo tiempo, es una situación que se podría revertir con ligeros cambios en el estilo de vida como una alimentación adecuada.
Para tener una idea de la magnitud de la situación, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) afirma que tan sólo en el 2023 el 36% de la población infantil en México, entre los 5 y los 11 años, tenía sobrepeso u obesidad.
Obesidad infantil y diabetes, una mala combinación para México
Sumado a lo anterior hay otro tema que genera preocupación. Examedi detectó que la solicitud de estudios clínicos para la detección de diabetes tuvo un decrecimiento del 15% durante el primer bimestre del 2024 frente al mismo periodo del año anterior.
Obesidad infantil a futuro: ¿Cuáles serán los países más afectados?
De hecho, tan sólo en la Ciudad de México viven aproximadamente 600 mil niños y adolescentes con diabetes mellitus. Hasta hace algunos años se creía que esta enfermedad era exclusiva de los adultos pero hoy se sabe que no es así.
Los niños son más proclives a recibir una nutrición insuficiente y al mismo tiempo están expuestos a alimentos con exceso de grasa, azúcar y sal. En parte es uno de los motivos que explica la elevada incidencia de la obesidad infantil en México.
¿Comer sano de verdad es más caro?
Ahora bien, una creencia que persiste en la actualidad es que una alimentación saludable es más cara que una basada en productos ultraprocesados y comida “chatarra”.
La realidad es bastante diferente porque un estudio reciente de la UNAM concluyó que comer sano no es más caro que consumir comida chatarra, sino que esta sigue siendo más práctica y rápida.
¿Qué son los alimentos ultraprocesados?
Dentro de esta clasificación se encuentran los productos con formulaciones industriales a base de sustancias extraídas o derivadas de alimentos. Además se caracterizan porque suelen tener aditivos para potenciar las cualidades sensoriales.
Una característica de los productos ultraprocesados es que tienen un elevado contenido en azúcares, grasa total, grasas saturadas y sodio, y un bajo contenido en proteína, fibra, minerales y vitaminas, en comparación con los productos y comidas sin procesar o mínimamente procesados.
Ejemplos de alimentos ultraprocesados
- Papas fritas.
- Snacks dulces o salados.
- Helados.
- Chocolates.
- Caramelos.
- Panes industriales.
- Cereales endulzados.
- Bebidas gaseosas o energizantes.
- Bebidas azucaradas.
- Alimentos congelados.
Consejos para mantener una alimentación saludable
Frutas, verduras y hortalizas
Comer al menos 400 g, o cinco porciones de frutas y verduras al día reduce el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles y ayuda a garantizar una ingesta diaria suficiente de fibra dietética.
Para mejorar el consumo de frutas y verduras la OMS recomienda
- Incluir verduras en todas las comidas.
- Comer frutas y verduras frescas de temporada.
- Reducir el consumo total de grasa a menos del 30% de la ingesta calórica diaria contribuye a prevenir el aumento insalubre de peso.
Además, para reducir el riesgo de desarrollar enfermedades no transmisibles es preciso:
- Limitar el consumo de grasas saturadas a menos del 10% de la ingesta calórica diaria.
- Limitar el consumo de grasas trans a menos del 1%.
- Sustituir las grasas saturadas y las grasas trans por grasas no saturadas, en particular grasas poliinsaturadas.
También lee: