- De acuerdo con las estimaciones se prevé que para el 2030 habrá mil millones de personas con obesidad en el mundo.
- En la actualidad la cardiopatía isquémica es la primera causa de muerte en todo el planeta.
- Un nuevo artículo de revisión de la Revista del Colegio Americano de Cardiología de Mayo Clinic describe cómo la obesidad afecta las pruebas comunes que se usan para diagnosticar las enfermedades cardíacas e impacta en los tratamientos.
El estilo de vida actual basado en el sedentarismo y el consumo de alimentos ultraprocesados tiene varias implicaciones negativas. Una de las principales es el desarrollo de sobrepeso y obesidad, lo que incrementa el riesgo ante las enfermedades cardíacas. Se trata de un severo problema que cada vez es más grave y causa más afectaciones en todo el mundo.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la principal causa de defunción en el planeta es la cardiopatía isquémica. Durante el 2019 fue responsable del 16% del total de muertes registradas. De hecho, desde el 2000 el mayor aumento de fallecimientos corresponde a esta enfermedad, que ha pasado de más de 2 millones de defunciones a 8.9 millones. En tanto que el accidente cerebrovascular y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica son la segunda y tercera causas de defunción.
Otro riesgo más de la obesidad
Ahora bien, aunque ya se conocía que la obesidad es un factor de riesgo para las enfermedades cardíacas, ahora se obtuvieron nuevos datos. Las personas con exceso de masa corporal también enfrentan otro problema porque las revisiones para conocer su diagnóstico pueden tener errores.
Un nuevo artículo de revisión de la Revista del Colegio Americano de Cardiología de Mayo Clinic describe cómo la obesidad afecta las pruebas comunes que se usan para diagnosticar las enfermedades cardíacas e impacta en los tratamientos.
“El exceso de grasa actúa como una clase de filtro y puede sesgar las lecturas de las pruebas de forma tal que genera un subdiagnóstico o un sobrediagnóstico. La obesidad afecta prácticamente todas las pruebas diagnósticas que se usan en cardiología, tales como electrocardiogramas, tomografías computarizadas, imágenes por resonancia magnética y ecocardiogramas”, afirma el autor principal Dr. Francisco Lopez-Jimenez, director de cardiología preventiva en Mayo Clinic.
Las intervenciones procedimentales como la colocación de estents en la pierna o la cirugía cardíaca pueden ser más difíciles de realizar en pacientes con obesidad significativa y pueden conllevar más complicaciones, como un mayor riesgo de infección en la zona de la herida.
Es posible que los tratamientos farmacológicos comunes para la enfermedad cardiovascular deban aumentarse o reducirse en pacientes con obesidad. Algunos medicamentos, como los betabloqueantes, pueden afectar la capacidad que tiene un paciente para bajar de peso, y el Dr. Lopez-Jimenez destaca la importancia de probar enfoques alternativos con el fin de evitar que estos pacientes aumenten de peso o para ayudarles a bajar de peso.
Las recomendaciones para bajar de peso pueden ser difíciles de seguir porque a los pacientes con enfermedades cardíacas les cuesta más moverse y tienen síntomas como la falta de aire al ejercitar. Estos síntomas con frecuencia desmotivan a los pacientes para hacer actividad física, pero el Dr. Lopez-Jimenez menciona que el ejercicio es importante, no solo para bajar de peso, sino para la salud cardíaca.
“La obesidad es un factor de riesgo importante para abordar en pacientes con enfermedad cardíaca, y nosotros debemos hacer algo. El paciente necesita saber que su médico puede ayudarle a bajar de peso. De forma general, las soluciones para la pérdida de peso se reducen a encontrar el tratamiento adecuado para el paciente”.
Los programas estándar para la pérdida de peso involucran a un fisioterapeuta, a un dietista y, a veces, a un psicólogo. Si esto no es suficiente, el Dr. Lopez-Jimenez sostiene que hay otros recursos como la cirugía bariátrica y medicamentos, que son eficaces a la hora de ayudar a los pacientes a bajar de peso. Mayo Clinic inició recientemente un programa multidisciplinario de cardiometabolismo para abordar la obesidad, reducir las afecciones relacionadas con esta y ayudar a los pacientes a mejorar su calidad de vida.
¿Cómo se calcula la obesidad?
Es importante definir con precisión el nivel de obesidad de una persona. El índice de masa corporal (una medida de la grasa corporal que considera la estatura y el peso) se ha usado por mucho tiempo para definir la gravedad de la obesidad. Pero las personas con cantidad significativa de músculo tienen un índice de masa corporal alto.
Las personas con poca masa muscular y más grasa en el área de la cintura podrían registrar un índice de masa corporal bajo pero tener obesidad con peso normal. Las mediciones tales como el índice cintura-cadera y la circunferencia de la cintura proporcionan una evaluación mucho más precisa del riesgo cardiovascular.
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