Si observas con detenimiento a los pacientes que acuden diariamente a tu consultorio, lo natural es que detectes un marcado aumento en el número de personas que presentan obesidad, situación que resulta paradójica en el caso de México, pues mientras que hace apenas un par de décadas el principal problema alimenticio era la desnutrición, ahora nos encontramos en el extremo opuesto basado en el exceso de masa corporal.
Para tener una idea clara del panorama, la Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que desde 1975 la obesidad se ha triplicado en el planeta, lo que se traduce en que en el 2016 existían 650 millones de personas con obesidad, siendo lo más preocupante que la tendencia continuará a la alza, por lo cual estamos frente a la generación más obesa de la historia.
De esta manera, en caso de que no se actúe de inmediato, algunos analistas prevén que para el año 2050 al menos el 70 por ciento de la población padezca de obesidad, lo cual debe servir de advertencia para evitar que un escenario de ese tipo se presente.
Entender el problema para encontrar soluciones
Pero para poder combatir la obesidad, primero se deben comprender los factores que la han propiciado, siendo uno de los mayores el cambio en el estilo de vida de la población mundial. En ese sentido, el vivir de manera acelerada, con un estilo sedentario y con una alimentación desbalanceada ha sido fundamental para el crecimiento exponencial que se ha detectado.
Al respecto, sólo basta con hacerle un pequeño cuestionario a tus pacientes para observar que la mayoría permanecen inmóviles durante sus jornadas laborales y tienden a alimentarse con productos procesados y con conservadores. La sumatoria de todo lo anterior ha desencadenado este fenómeno.
Por su parte, el Dr. David Castelo, especialista en Medicina Interna, respalda el programa propuesto por la OMS llamado Estrategia Mundial OMS sobre Régimen Alimentario, Actividad Física y Salud para ayudar a los pacientes a prevenir la aparición de la obesidad.
La obesidad no sólo se trata de un problema estético sino que es una enfermedad crónica que tiende a propiciar la aparición de diabetes, hipertensión, cáncer, enfermedades hepáticas y cardiopatías, por lo cual lo ideal es atacarla desde su origen.
Prevención primaria para evitar la obesidad
Acerca de este punto, el programa de la OMS establece que un punto importante para combatir la obesidad radica en la prevención primaria, ante lo cual es muy importante el trabajo de los médicos de primer contacto para detectar el problema desde la etapa infantil.
Los médicos familiares deben de poner especial atención en los pacientes infantiles que muestren signos de obesidad y en caso de detectar casos, hablar con los padres de familia para establecer las pautas a seguir. Mientras más pronto se logre atacar el problema, se evita que la situación aumente y sea más complicada de controlar.
Del mismo modo, al ser la obesidad uno de los mayores factores de riesgo para el desarrollo de problemas cardiovasculares serios entre tus pacientes, una buena forma de anticipar situaciones que puedan resultar mortales es identificar a tiempo pacientes con alto riesgo cardiovascular a 10 años por medio de distintas calculadoras de riesgo, para posteriormente valorar la administración de Aspirina Protect (Ac. Acetilsalicílico 100mg) como la única medida farmacológica aprobada en prevención primaria debido a sus propiedades antiagregantes y que no requiere de un receta médica para su adquisición.
De esta forma, algo que debes de tener en cuenta es que tú como médico desempeñas un papel muy importante contra la obesidad. Durante las consultas, no te limites a revisar el problema principal de tus pacientes sino que puedes iniciar una conversación y con una pequeña plática les puedes hacer ver el peligro al que se exponen por su condición física. Recuerda que por medio de la palabra también puedes curar.