- Aunque algunas empresas embotelladoras recomiendan consumir dos litros de agua al día, en realidad no es una cifra del todo correcta.
- Una nutrióloga compartió una fórmula para identificar la cantidad de agua que cada persona requiere para tener una vida saludable.
- El consumo de este vital líquido contaminado está relacionado con la muerte de 829 mil personas al año por diarrea.
Existen aspectos que son indispensables para vivir. Cuando alguno falta simplemente una persona está condenada a la muerte. El ejemplo más claro es el agua pero tanto su carencia como su abuso son contraproducentes, por eso una nutrióloga compartió una regla básica para conocer su consumo ideal.
En ese sentido, desde hace algunos años las compañías que ofrecen este líquido embotellado han instaurado la idea de que son necesarios dos litros al día para tener una vida saludable. El problema es que se trata de una cifra general y no todas las personas requieren lo mismo.
Uno de los rubros más importantes es el peso porque no requiere lo mismo alguien de complexión delgada que una persona con obesidad mórbida.
La fórmula personalizada para identificar el consumo ideal de agua
A raíz de lo anterior, la nutrióloga Rosy Cacho compartió un video en su cuenta de TikTok sobre el correcto consumo de agua. Todo se basa en una fórmula que todas las personas deben seguir.
Con base en lo que menciona, lo correcto es multiplicar 35 por el peso en kilogramos de cada individuo. En su caso, pesa 58 kilogramos y al hacer la operación se obtiene 2.30 litros, lo que equivale a ocho vasos diarios.
@nutriologa.rosycacho
A partir de lo anterior, mientras más peso tenga una persona su consumo de este vital líquido será mucho mayor. Como ejemplo, alguien de 100 kilos debe tomar 3.5 litros al día. Por lo tanto, la cifra es bastante distinta a la que mencionan las compañías embotelladoras.
Por otra parte, es necesario hacer énfasis en que se debe tomar agua simple y evitar cualquier tipo de bebida azucarada por su relación con la obesidad y otra gama de enfermedades.
El papel de la salud para una vida saludable
Mientras que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), otro de los problemas es el agua contaminada que se ofrece en diversos países, en especial los de bajos recursos. Cuando eso ocurre aumenta el riesgo en la transmisión de enfermedades como el cólera, otras diarreas, la disentería, la hepatitis A, la fiebre tifoidea y la poliomielitis.
Si no hay servicios de agua y saneamiento, o si estos son insuficientes o están gestionados de forma inapropiada, la población estará expuesta a riesgos para su salud prevenibles.
Esto es especialmente preocupante en los hospitales y clínicas donde tanto pacientes como profesionales de la salud están expuestos a mayores riesgos de infección y enfermedad cuando no existen servicios de suministro de agua, saneamiento e higiene.
En el mundo, el 15% de los pacientes contraen infecciones durante la hospitalización, proporción que es mucho mayor en los países de ingresos bajos.
La gestión inadecuada de las aguas residuales urbanas, industriales y agrícolas conlleva que el agua que beben cientos de millones de personas se vea peligrosamente contaminada biológica o químicamente.
Se calcula que 829 mil personas mueren cada año de diarrea como consecuencia de la insalubridad del agua, de un saneamiento insuficiente o de una mala higiene de manos, siendo que la diarrea es ampliamente prevenible y la muerte de unos 297 mil niños menores de cinco años podría prevenirse cada año si se abordasen estos factores de riesgo.
En los lugares donde el agua no es fácilmente accesible, las personas pueden considerar que lavarse las manos no es una prioridad, lo que aumenta la probabilidad de propagación de la diarrea y otras enfermedades.
La diarrea es la enfermedad más conocida que guarda relación con el consumo de alimentos o agua contaminados. En 2017, más de 220 millones de personas requirieron tratamiento preventivo para la esquistosomiasis, una enfermedad grave y crónica provocada por lombrices parasitarias contraídas por exposición a agua infestada.