En una nota anterior describimos la emoción de Christoph Diener, profesor y jefe del departamento de Neurología del Hospital Universitario de Essen, en Alemania, cuando señaló la trascendencia de un estudio canadiense que fue revelado en diciembre pasado y cuya revisión es necesaria para la actualización de los profesionales de la salud en esta área.
En esta oportunidad, el especialista destaca la relevancia, ahora, de un estudio que a finales del 2016 fue publicado por New England Journal of Medicine (NEJM) y cuya importancia radica en ser la primera vez en la historia que un trabajo en el remedio de la progresión de la Esclerosis Múltiple (EM) tiene un resultado positivo.
Al referirse a la comunidad médica, Diener precisó:
Todos son conscientes de que tenemos grandes tratamientos para la esclerosis múltiple reincidente, pero nada aún para la esclerosis múltiple progresiva.
El estudio publicado en el New England Journal of Medicine describe la aplicación de Ocrelizumab (una droga de reciente especialización) y un placebo a 732 pacientes.
Después de poco más de 12 semanas, la progresión confirmada de la discapacidad fue visible en el 33 por ciento del grupo que fue sometido al tratamiento activo; mientras que en el grupo al que le fue suministrado el placebo resintió un 39 por ciento.
Asimismo, en términos de progresión de la esclerosis múltiple, el beneficio fue visible en la imagen cerebral. Por lo que, pesar de algunos efectos secundarios, el doctor finalizó de la siguiente manera:
Estoy de acuerdo en que el efecto del tratamiento es pequeño, pero es la primera vez en la historia que vemos un resultado positivo en un estudio que investiga la esclerosis múltiple progresiva.