El cáncer de páncreas es uno de los más temidos. No solo tiene estructuras biológicas que lo protegen de las terapias convencionales. Además, no suele tener un buen diagnóstico temprano. Principalmente porque los síntomas no aparecen sino hasta las etapas más avanzadas. Pero expertos del Instituto de Investigación Van Andel han desarrollado una potente alternativa.
Se trata de una prueba de sangre capaz de detectar el cáncer de páncreas con una efectividad del 70 por ciento. El método, con una tasa de falsos positivos menor a 1 en cada 20, se describe en la revista Clinical Cancer Research. Brian Haab, autor líder, afirma que solo 8.5 por ciento de los casos viven más de 5 años tras el diagnóstico. Confía que la herramienta puede mejorar esta cifra.
El cáncer de páncreas es una enfermedad agresiva. Es todavía más devastadora por su tendencia a expandirse antes de ser detectada. Estas características la hacen una barrera importante para un tratamiento médico exitoso. Esperamos que con esta nueva prueba, en conjunto con las pruebas ya existentes, podamos ayudar a los médicos a detectar y tratar la condición. Especialmente en aquellos pacientes de más alto riesgo, antes que pueda desarrollarse.
Un detector del cáncer de páncreas con décadas de historia
La actual prueba está basada en un método creado hace más de 40 años. Ambas herramientas miden los niveles de azúcar en la sangre. La densidad de estas sustancias es un indicador de la presencia de células de cáncer de páncreas. Solo que esta “actualización” no solo es sensible a la azúcar CA19-9. También identifica trazos de la sustancia sTRA. Al combinar ambos mecanismos, se puede tener un espectro más amplio de sensibilidad a diferentes subtipos de tumores.
Por sí sola, la prueba CA19-9 tiene una precisión de 40 por ciento. Así, se utiliza únicamente para confirmar diagnósticos o monitorear la enfermedad. Pero al integrarla con la herramienta basada en sTRA, se obtiene un método válido para tamizaje e intervención temprana. Haab reafirma que esta forma de detección sería más útil en pacientes con alto riesgo de cáncer de páncreas.
En el corto plazo, Haab y sus colaboradores buscarán realizar nuevas pruebas clínicas. Su intención es confirmar la efectividad del método en una muestra de pacientes más diversa. Si este experimento tiene éxito, los investigadores creen que podría convertirse en una barata herramienta de tamizaje para el cáncer de páncreas.