De entre los países de la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar de embarazos en niñas y adolescentes. Con una incidencia de 77 por cada mil casos, los nacimientos de mujeres menores de 19 años sumaron alrededor de 400 mil en 2017. De éstos, más del 2.5 por ciento fueron entre jóvenes de entre 10 y 14 años.
José Narro Robles, titular de la Secretaría de Salud federal (SSa) apuntó que en 2017 se registraron más de nueve mil embarazos en niñas entre 10 y 14 años, así como dos nacimientos cada día de mujeres de entre 10 y 11 años. El funcionario calificó este hecho de inadmisible, al tiempo que reafirmó el compromiso de su dependencia por mejorar la situación.
Narro Robles también declaró que una estrategia para evitar la incidencia de los embarazos en niñas es ofrecer actividades y recreativas a las jóvenes mexicanas, de forma tal que aprendan a tener una sexualidad responsable. Sin embargo, remarcó que para lograr este objetivo necesita del apoyo de los padres de familia y de las instituciones educativas de nivel básico y superior.
Hace unos meses, el Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA) apuntó que la tasa de fecundidad de las niñas y adolescentes en México, desde 2005, ha crecido significativamente. El cambio es más notorio entre los embarazos en niñas de 12 a 14 años, donde ha aumentado en más del 60 por ciento desde 1995, cuando alcanzó su punto más bajo.
En estimaciones del Fondo de Población las Naciones Unidas (Unfpa, por sus siglas en inglés), la región de América Latina y el Caribe es la única de todo el mundo donde los embarazos en niñas y adolescentes menores de 15 años van en aumento. Cada año, el 15 por ciento de todos los nacimientos en esta zona geográfica son de jóvenes padres de menos de 20 años.