El virus del zika es indudablemente uno de los enemigos a vencer actualmente y si bien muchos de nosotros conocemos (en mayor o menor medida) los efectos que este virus puede tener durante la etapa de gestación, muy pocos de nosotros hemos tenido la oportunidad de observar los efectos de esta terrible enfermedad… hasta ahora.
Con el fin de comprender mejor al virus del zika un grupo de investigadores se dio a la tarea de recabar imágenes de ultrasonidos, resonancias magnéticas y tomografías donde se observa la devastación que el virus produjo en 45 bebés brasileños cuyas madres contrajeron la enfermedad durante el primer trimestre del embarazo.
El estudio, publicado este mismo martes en Radiology, se trata de la colección de imágenes comprehensivas más grande que se tiene sobre el zika, y en ellas se demuestra que los efectos del virus del zika sobre el cerebro humano pueden ir más allá de la microcefalia, la afección neurológica provocada por esta enfermedad más reconocida.
Si bien la microcefalia es la problemática neurológica provocada por esta enfermedad más conocida, y presentada por la gran mayoría de los bebés utilizados para este estudio, la investigación permitió descubrir que muchos de los sujetos presentaban otro tipo de impedimentos neurológicos, incluyendo daño en regiones importantes del cerebro como el cuerpo calloso, el cerebelo o los ganglios basales.
“No sólo se trata de tener un cerebro pequeño, el daño va más allá de eso. Las anormalidades que vemos en el cerebro sugieren una disrrupción sumamente temprana en el desarrollo cerebral”, explicó la doctor Deborah Levine, autora del estudio y profesora en radiología en la Escuela Médica de Harvard.
Por si fuera poco, estos nuevos hallazgos presentan al mismo tiempo la preocupación de que incluso aquellos bebés que no presentan evidencia física de estos trastornos neurológicos podrían desarrollar daño cerebral con el paso del tiempo. Debido a que la corteza cerebral continúa desarrollándose aún después del parto la doctora Levine no descarta que exista la posibilidad de que este tipo de casos pueden presentarse con el paso del tiempo, por lo que aconseja continuar el monitoreo de aquellos bebés que nazcan bajo la sombra del zika.
No cabe duda que a cada día que pasa el zika se convierte en una enfermedad mucho más temible de lo que creíamos en un principio, razón por la cual encontrar una cura se ha vuelto una necesidad de primer orden.
Imágenes: Radiological Society of North America