La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, (FAO, por sus siglas en inglés), hizo de la opinión pública el posible resurgimiento de enfermedades ligadas a las malas condiciones de trabajo que origina la alta producción de carne, principalmente en los países asiáticos.
En este sentido, de acuerdo con la información presentada en un artículo publicado por el periódico uruguayo El Observador, el alza en la demanda llevó irremediablemente a un aumento de producción que en algunas zonas no satisface los requisitos mínimos para una adecuada evaluación sanitaria. La llamada de atención de la FAO se dio en un escenario donde ha habido un fuerte regreso de la gripe aviar en algunas regiones de Asia y Europa.
Al respecto, el titular de la Dirección General del Departamento de Veterinaria de la FAO, Juan Lubroth, durante la conferencia regional del pasado 16 de febrero, destacó que conforme a la estadística de la organización, el consumo de carne en Asia aumentó un 500 por ciento en un periodo comprendido entre 1967 y 2017.
La demanda de más productos cárnicos está llevando a la industria a tener esa oferta lista para ser comprado en los mercados, pero hay riesgos asociados a ello. A mediados de la década de 1960 el consumo per cápita en esa región era de 8,7 kilos pasando a 50 kilos en 2015.
De lo anterior, el especialista destacó que el crecimiento de la oferta de animales se ha dado en la desregulación. Situación que origina el incumplimiento mínimo sanitario.
Por otro lado, el representante de la FAO sentenció que la tendencia sigue en aumento, pues, para mediados de este siglo se estima un aumento en la demanda per cápita de hasta el 15 por ciento.
De prevalecer esta alta producción sin las condiciones adecuadas para la preparación de carne comercial, se espera un impacto negativo no sólo en esta región de planeta, sino, en todo el mundo, gracias a los fenómenos migratorios y de exportación comercial, fundamentalmente.
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