La atención a pacientes requiere de una alta preparación y capacitación. No es sencillo estar dentro del consultorio y dar indicaciones a todos los visitantes. Pero además de las modificaciones propiciadas por la tecnología también hay otras en materia legal que debes conocer. La más reciente fue la nueva Ley de Prescripción Médica que se aplica para todos los profesionales de la salud, ¿sabes en qué consiste?
En primer lugar es necesario recordar que al final de cada consulta se debe emitir una receta médica. El papel o su variante digital contiene todas las indicaciones del tratamiento que debe seguir el paciente. Además se deben enlistar los medicamentos y la dosis de cada uno para una correcta recuperación.
Hasta este punto no hay modificaciones porque todo debe seguir de la misma manera. Si quieres conocer los elementos mínimos que debe contener una receta médica puedes revisar este enlace. Aunque ahora se agrega una nueva característica.
La nueva indicación que deben seguir los médicos
El pasado 30 de marzo el Ejecutivo Federal publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto para establecer como obligación la prescripción médica por denominación genérica de medicamentos.
La nueva Ley de prescripción médica obliga tanto a los médicos de hospitales privados como a los de hospitales públicos a prescribir los medicamentos por denominación genérica y no por su marca. Esto representa un beneficio para la economía de los pacientes; sin embargo, requiere campañas informativas que apoyen a los usuarios en su derecho a ser informados adecuadamente sobre sus necesidades específicas.
“Un medicamento no se puede cambiar por otro únicamente considerando el precio. No se nos olvide que ingerir cualquier medicamento ya conlleva un riesgo. Lo que busca el médico es que la ayuda sea mayor que el riesgo. Para lograrlo hay que tener perfectamente claras las condiciones del comportamiento del producto en el organismo, la forma farmacéutica y la manera en que se distribuye en la sangre y lo absorbe por el cuerpo, así como el historial clínico del paciente”, declaró el Dr. Luis Fernando Hernández Lezama, presidente del Comité Técnico de Soy Paciente.
No todo es tan bueno como parece
Las pruebas de bioequivalencia que se llevan a cabo en México tienen como finalidad identificar y analizar este comportamiento para brindar información a los médicos sobre las alternativas de las cuales disponen. De esta manera se busca permitir una gama más amplia de opciones.
Sin embargo, éstas tienen un rango de aceptación de variabilidad en promedio del más/menos 20%. Por lo tanto, únicamente el médico o un químico farmacéutico profesional pueden orientar en qué casos es indistinto el uso de cualquier opción disponible de un medicamento, y cuando las variaciones de la dosis, la forma de presentación o la formulación pueden alterar el control logrado en enfermedades de tipo crónico que requirieron un período de ajuste de la dosis.
“Siempre es conveniente preguntar al médico antes de cambiar de origen de un medicamento porque puede provocar descompensación por ejemplo si el paciente es hipertenso podría ocasionar que se pierda el control logrado y requerir nueva revisión médica; en el caso de un trasplante se han reportado casos de rechazo “, señaló el Dr. Hernández Lezama, quien también fue miembro Honorario del Comité Externo de Evaluación de Centros de Investigación de Conacyt.
Gasto promedio en salud de los mexicanos
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el promedio de gasto trimestral de un hogar en servicios privados de salud es de 1,266 pesos. Esta medida limitará la venta del medicamento sin receta médica y ayudará también a la economía de los pacientes.
Conocer todas las características de las opciones que se presentan al adquirir los medicamentos es un derecho del paciente.
Dicho todo lo anterior, todavía hay aspectos de la Ley de Prescripción Médica que se deben analizar. En especial es necesario ofrecer toda la información posible a los pacientes para evitar que hagan mal uso de sus medicamentos. De lo contrario existe el riesgo de que se equivoquen en sus dosis o confundan fármacos.