El ingreso de terapias innovadoras para el tratamiento de diferentes tipos de enfermedades puede desencadenar una ola de problemas más en la dimensión legal que beneficios en el área sanitaria. La industria farmacéutica local, se puede venir a bajo debido a las intenciones del gobierno español por el impulso de esta nueva legislación.
¿De qué se trata?
Autoridades del gobierno español tienen en mente modificar algunas condiciones y supuestos que contiene la Ley de Contratos Públicos que abre la posibilidad de que la Administración y sus proveedores “pacten excepciones” a la Ley de Morosidad, estableciendo plazos más amplios para el pago de medicamentos.
¿Cómo afecta?
Afecta a la industria farmacéutica y más aún al área de terapias innovadoras. Esto, debido que las compras públicas de este tipo de medicamentos son destinadas casi exclusivamente a centros médicos de alta especialidad y hospitales para su aplicación en distintos tratamientos. Por esa razón, la presencia de la industria del genérico es mínima.
En ese contexto, las farmacias están fuera del ámbito de la contratación pública y salvo algunos casos específicos, como Andalucía, sus principales ventas se dirigen por el uso de medicamentos genéricos.
¿El posible escenario?
La posibilidad de ampliar los pagos más allá de los 30 días que exige la Ley de Morosidad para no poner en riesgo la sostenibilidad del sistema sanitario, es una medida en beneficio de los grandes laboratorios que, a pesar del esfuerzo por mantener la estabilidad del sistema de salud, desaparecería eventualmente a la pequeña industria.
En este sentido y de acuerdo con la estadística interpretada por el grupo de especialistas de la Plataforma Statista, los ingresos de la unión europea en el ramo farmacéutico ascienden a 218.8 millones de euros.
El dinero que se maneja en este nivel es, desde luego, importante. Entonces, ¿Qué está en el fondo del asunto?
Al respecto, el presidente de la Asociación Española de Medicamentos Genéricos (AESEG), CF Ángel Luis Rodríguez de la Cuerda, destacó que las posibles contradicciones y desventajas del texto normativo va más allá del deber sanitario y que su composición es más una negociación política.
¿Es momento de impulsar las políticas en apoyo a los medicamentos genéricos?
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