Una nueva técnica de edición genética desarrollada por médicos españoles podría ser la solución para corregir la ceguera.
Hasta el momento, las pruebas realizadas en roedores han sido exitosas pues gracias al novedoso método, los expertos han conseguido corregir parcialmente la visión de ratones ciegos.
El grupo de investigadores dirigidos por Juan Carlos Izpisúa-Belmonte, que ha desarrollado dicha técnica en el Laboratorio de Expresión Genética del Salk Institute, en La Jolla, California, logró entrar por primera vez en una zona específica de las células adultas que no se dividen y modificar el ADN dañado.
Los expertos publicaron los avances de su investigación en la revista Nature, en la que señalan que podría abrir el camino para el tratamiento de enfermedades monogénicas para su tratamiento.
Otras técnicas existentes de edición genética, como el sistema CRISPR-Cas9, han demostrado su efectividad para manipular el ADN de plantas, animales y humanos, pero de acurdo a lo publicado en la revista Nature, la nueva técnica desarrollada por los investigadores españoles tiene una novedad bautizada como HITI, una herramienta que se ha utilizado por primera vez en células que no se dividen.
“Las células que enferman no tienen posibilidad de dividirse y por lo tanto no pueden regenerarse, como en el caso de la retinitis pigmentosa, una enfermedad que provoca la destrucción progresiva de las células del epitelio pigmentario de la retina, causando un estrechamiento del campo de visión hasta dejarlo al mínimo”, dijo Juan Carlos Izpisúa-Belmonte, quien precisó que los experimentos de equipo de trabajo se han realizado en ratones que padecen esta enfermedad.
Lo que hemos hecho es insertar ADN en una zona específica, en células que no se dividen. Ahora podemos decir que por primera vez logramos cortar la parte del gen anómalo y pegar un gen normal, y por lo tanto, la célula enferma se cura. Con esto pudimos reparar parcialmente la ceguera de los ratones”, explicó el especialista.
Para Izpisúa-Belmonte, esta nueva técnica podría ser la punta de lanza para el desarrollo de una variedad de tratamientos de patologías de base genética de la retina, neurológicas o cardiacas.
Estamos orgullosos por el sistema que hemos desarrollado porque es diez veces más eficiente y es algo que no se podía hacer antes; las posibles aplicaciones son enormes”, dijo el investigador.