La hipertensión arterial es actualmente la principal causa de muerte y discapacidad en el mundo, por lo cual de manera tradicional se acostumbra medir la presión arterial de todos los pacientes que acuden a una consulta como un método preventivo, aunque el principal inconveniente es que en la mayoría de las ocasiones las mediciones son erróneas.
De esta manera, de acuerdo con algunos especialistas, se estima que la mitad de los análisis de presión arterial realizados en un consultorio médico suelen ser inexactos por una diferencia de hasta 5 milímetros de mercurio (mmHg), lo cual puede llegar a provocar diagnósticos equivocados en los pacientes.
A causa de lo anterior, investigadores de la Universidad del Sur de California (USC) diseñaron la primera aplicación móvil que sólo requiere la cámara de un teléfono celular para medir la rigidez arterial de una forma exacta, por lo que se trata de un efectivo auxiliar para cualquier médico.
Al respecto, la característica de la app es que integra Inteligencia Artificial a la tonometría, lo que permite combinar una medición de forma de onda carotídea no calibrada con algunos datos sobre el paciente y así obtener resultados más certeros respecto a su presión arterial.
Pese a lo anterior, actualmente continúa en discusión la medida propuesta el año pasado por el Colegio de Cardiología de Estados Unidos (ACC) que consiste en modificar los parámetros de lectura para que ahora una persona con una presión sistólica de 130 mmHg a 139 mmHg y de 80 mmHg a 89 mmHg sea considerada como hipertensa, situación que algunos médicos consideran que provocaría un sobrediagnóstico de hipertensos.