El embarazo es un fenómeno complejo. Hay una infinidad de factores que afectan tanto el bienestar a futuro del bebé como el estado de salud de la madre. Incluso elementos tan mundanos en apariencia, como la cosmovisión de las mujeres, tienen repercusiones significativas. Durante el parto, parece ser especialmente importante el momento en el que son ingresadas al hospital.
Las noches, los fines de semana, los días festivos y los hospitales de aprendizaje son en particular peligrosos para las embarazadas. Así lo sugiere una investigación en Risk Analysis: An International Journal. El estudio apunta que, bajo estas condiciones, las complicaciones en el parto son más comunes. Los hallazgos se basan en más de 2 millones de casos de Estados Unidos.
Para un parto, el timing es fundamental
Sammy Zahran, autor líder del estudio, señala que la calidad clínica es afectada por varios factores. Recordó que estos elementos son independientes de las características y volumen de pacientes atendidos. En términos generales, apuntó, la falta de un trabajo en equipo efectivo es responsable de hasta el 75 por ciento de los errores médicos. Esta cifra aplica a partos y otros procedimientos. Dicho fenómeno parece estar detrás de los hallazgos realizados por su equipo.
En las noches, el riesgo de complicaciones en el parto incrementa en 21.3 por ciento. Por cada hora que el equipo haya trabajado previamente, el peligro aumenta en 1.8 puntos. Durante fines de semana, los problemas crecen en 8.6 por ciento. Y cuando las pacientes son atendidas en días festivos o feriados, la tasa de incidencia es casi 30 por ciento mayor que en fechas regulares.
También la presencia de estudiantes médicos parece afectar en las complicaciones de parto. Ir a un hospital de enseñanza duplica la probabilidad de tener problemas durante el nacimiento. En julio, cuando entra la nueva generación de residentes, el riesgo incrementa en 30 por ciento. Al año de aprendizaje y coordinación, la probabilidad es prácticamente idéntica a una clínica normal.
Zahran teoriza que podría haber varias formas de prevenir estos riesgos innecesarios en el parto. En el caso de los hospitales de aprendizaje, podría ponerse un mayor énfasis en el entrenamiento de los residentes. Específicamente, procurar que los estudiantes estén acompañados siempre por personal veterano que permita reducir la probabilidad de que las pacientes sufran un evento adverso.