Con base en un reciente estudio realizado por la Asociación Americana del Corazón (AHA), el bullying podría tener consecuencias mucho más graves y a largo plazo de lo que se pensaba porque se afirma que los niños que sufren de este tipo de violencia son más propensos a desarrollar hipertensión y enfermedades cardíacas durante su edad adulta.
En este caso, la investigación comprobó que cuando un niño sufre de bullying, las consecuencias no sólo se materializan en el aspecto mental sino que además también se elevan sus probabilidades de desarrollar factores de riesgo como obesidad y presión arterial alta, en comparación con los niños que no fueron víctimas de violencia. De esta forma, lo anterior los predispone para que a largo plazo desarrollen enfermedades y afecciones del corazón y los vasos sanguíneos, ataques cardíacos y derrames cerebrales.
Al respecto, Shakira Suglia, profesora de Epidemiología en la Universidad de Emory e integrante de la AHA, habló sobre los estragos en la salud que puede provocar el bullying.
Tristemente, las consecuencias negativas de experimentar estos eventos de violencia en los niños no finalizan cuando la experiencia termina sino que duran muchos años después de la exposición y pueden provocar consecuencias mortales.
Otras consecuencias del bullying
De esta forma, se ha documentado que el bullying no sólo es dañino cuando se sufre en la niñez porque de acuerdo con la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD), en la etapa adulta, las personas que son víctimas de bullying laboral presentan mayores probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2.
Por otra parte, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el 14 por ciento de los estudiantes mexicanos han sido víctimas de bullying.