Prácticamente en todos los países del mundo la ingesta excesiva de azúcar es un problema. Para la población infantil es muy grave. En especial, porque sube el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares y degenerativas. Para junio pasado se advirtió que su consumo aumentó entre menores de 2 años. Pero entre niños más grandes, hay otras tendencias preocupantes.
La autoridad de Salud Pública de Inglaterra (PHE) apuntó que los niños en su país consumen niveles preocupantes. En promedio, cuando cumplen 10 años, su ingesta diaria supera la máxima recomendada para pacientes de 18 años. Es decir, los jóvenes de este país europeo comen cada día más azúcar de la que ya es considerada como poco saludable para un mayor de edad.
Un paralelo con la situación en México
De acuerdo con el PHE, la cantidad adecuada para niños de 4 a 6 años son 5 cubos diarios. Esto equivale a 19 gramos. Por otro lado, de 7 a 10 años el consumo es de máximo 6 cubos (24 gramos) y de 7 (30 gramos) para quienes tienen 11 años o más. Pero la Encuesta de Alimentación y Nutrición de Inglaterra señala que el promedio infantil es de 13 cubos (52 gramos) al día.
La fuente de esta azúcar no es única. Las bebidas como refrescos y jugos contienen hasta el 10 por ciento de su consumo diario promedio. Pastelería y pan son responsables de otra décima parte de su ingesta. Las galletas y el azúcar de mesa son el origen de otro 9 por ciento cada una. El resto se reparte entre cereales, chocolate y confitería, yogurts, helados y pudines.
En entrevista con BBC, Alison Tedstone, nutrióloga jefe de la PHE, apuntó que los padres pueden reducir la ingesta de sus hijos. Por ejemplo, cambiar a opciones bajas en azúcar para yogures, cereales y jugos corta el consumo anual en casi 2 mil 500 cubos. Además de estas acciones, la dependencia reducirá en 20 por ciento el azúcar en todos los productos del país para 2020.
A pesar de la ingesta entre sus niños, Inglaterra no tiene el récord de obesidad infantil. Ese honor le corresponde a México. En el país, el 60 por ciento de los menores terminan primaria con un Índice de Masa Corporal (IMC) excesivo. El Instituto Nacional de Salud Pública (INSP) estima que la principal fuente de azúcar en el país son las bebidas como refrescos y jugos.