La discusión acerca de la segregación que ha realizado el gobierno federal con las vacunas contra la Covid-19 está lejos de acabar. Aunque al inicio se afirmó que los primeros en recibir la protección serían los trabajadores de la salud no se ha cumplido por completo. En especial los médicos privados son los que más han sufrido porque a la mayoría se le ha negado este beneficio. Hasta ahora los esfuerzos solo se han concentrado en el personal del sector público y que se encuentra en la primera línea de batalla.
Por lo anterior es que cada vez son más frecuentes las manifestaciones de trabajadores de hospitales privados acerca de esta división. El argumento que todos señalan es que el riesgo es el mismo para cualquier trabajador de la salud sin importar la institución a la que pertenezca. La Covid-19 no discrimina porque cualquiera que atienda a pacientes está en riesgo.
Médicos privados no son prioridad
En ese sentido, el presidente Andrés Manuel López Obrador ha declarado en distintas ocasiones que los médicos privados deben esperar su turno. A la fecha todavía no cuentan con una fecha concreta en la que podrían recibir el biológico. Eso ha provocado la desesperación de muchos que saben que en cualquier momento se pueden contagiar.
Ante este panorama inclusive se ha solicitado que los doctores del sector privado puedan recibir los sobrantes de la vacuna que suelen quedar en los distintos módulos de aplicación. Aunque las autoridades a cargo han señalado que ni siquiera esa opción es válida.
En este caso la Subsecretaria de Control y Prevención de Enfermedades de Nuevo León, Consuelo Treviño, declaró que ni los sobrantes del biológico pueden ser destinados a los médicos privados. Señaló que la instrucción que tienen es que todas las dosis que no son aplicadas en los centros oficiales de la entidad son enviadas a los municipios vecinos para que sean aplicadas al grupo prioritario actual que es el conformado por adultos mayores de 60 años.
Con esto en mente restó la posibilidad de ofrecer al menos algunas de las dosis que no son ocupadas para inocular a los trabajadores de la salud que a diario arriesgan su vida por los demás.
La otra alternativa con la que cuentan
Precisamente ante este tipo de situaciones es que distintos médicos privados han recurrido a la vía legal. La opción que tienen es interponer un amparo para solicitar recibir la vacuna. Hasta ahora 15 integrantes del gremio en el Estado de México ya consiguieron una resolución favorable al comprobarse que enfrentan el mismo riesgo que sus colegas del sector público y por lo tanto deben recibir el mismo trato.
Mientras que ya van más de 100 solicitudes de trabajadores de todo el país para recibir la inmunización lo más pronto posible. Ante la indiferencia del gobierno es el único camino con el que cuentan para lograr protegerse y así evitar cuadros graves de la enfermedad.