No es un secreto que durante las últimas décadas la salud ha sido ignorada y olvidada en nuestro país. La falta de inversión ha derivado en un preocupante déficit de especialistas en México. Aunque algunas áreas han sido más afectadas que las demás y el ejemplo más claro se puede apreciar con los nefrólogos. Son miles los que se requieren para cumplir con las recomendaciones internacionales y así garantizar un pronto servicio a la población.
Origen del problema
Parte de este problema nace por la falta de oportunidades para los médicos generales que desean continuar con su formación. Hasta antes del 2020 apenas dos de cada 10 jóvenes que presentaban el Examen Nacional de Aspirantes a Residencias Médicas (ENARM) obtenían un lugar.
En ese sentido, todo parte de los pocos hospitales que existen en nuestro país. Para poder aumentar los espacios para las residencias se necesita de más lugares en los que puedan cursar su especialidad. Al final se trata de un ciclo que afecta a todos.
Por otra parte, el déficit de nefrólogos en México preocupa demasiado por la enorme cantidad de pacientes que hay. Tan solo se debe recordar que la Enfermedad Renal Crónica (ERC) es un problema de salud pública. La cifra anual nacional de incidencia es de aproximadamente 45 mil individuos (346 por millón de habitantes).
En tanto, la prevalencia de pacientes que tienen o tuvieron el padecimiento es de 188 mil (eso representa mil 447 personas por millón de habitantes), indica el académico de la Facultad de Medicina de la UNAM, Pedro Trinidad Ramos.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa global de mortalidad de todas las edades por ERC aumentó 41.5 por ciento de 1990 a 2017.
El también Jefe de Nefrología del Centro Médico Nacional “Siglo XXI” del IMSS considera que ante la problemática que representa la ERC, es vital la prevención de los principales factores de riesgo: diabetes, hipertensión arterial, obesidad y síndrome metabólico.
Al respecto, precisa que hasta febrero de 2022 en nuestro país se contaba con mil 318 médicos nefrólogos certificados: mil 100 para población adulta y 218 para pediátrica.
“Actualmente en nuestro país tenemos 10 nefrólogos por millón de habitantes, de tal manera que lo que recomienda la Organización Panamericana de la Salud (OPS), es 20 nefrólogos por millón de habitantes. Es decir, tenemos un déficit de 10 nefrólogos por millón, (50 por ciento), por lo que no se logra la cobertura para atención de pacientes con enfermedades renales”.
A propósito del Día Mundial del Riñón que se conmemora cada segundo jueves de marzo, el profesor titular en Nefrología de la FM menciona como uno de los primeros signos clínicos (frecuente, pero no en todos los casos), que evidencia la enfermedad renal es la presencia de edema o hinchazón en extremidades inferiores o párpados.
Otra es que exista descontrol de la presión arterial, cambios en el volumen y frecuencia de orina que puede disminuir o aumentar. Además de coloraciones anormales porque puede haber hematuria (sangre en la orina) o coluria (orina oscura). Ante este cuadro, se recomienda acudir con el médico de primer contacto, incluso con el especialista.
Sin embargo, Trinidad Ramos resalta que algunas de las causas de la ERC “se mantienen silenciosas”. Es hasta que el enfermo llega a una fase tardía que externa síntomas. De ahí la conveniencia de una evaluación periódica de la funcionalidad renal.
Si un paciente es diabético debe llevar un control riguroso de sus niveles de glucosa. Y en los alimentos no exagerar en el consumo de contenido calórico porque de hacerlo predispondrá a un descontrol de glucosa que será tóxico para el riñón (glucotoxicidad).
Y es que de acuerdo con cifras citadas por el especialista, correspondientes a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición del 2012 y 2018, denotan incremento en los factores de riesgo.
Hasta 2018, refirió el académico, se conoce que 10.3 por ciento de la población mexicana tuvo conocimiento de que padecía diabetes. La hipertensión arterial se estableció en 18.4 por ciento. Y en individuos que superaban los 50 años de edad este porcentaje se elevó hasta 26. Finalmente, la obesidad se ubicó en 40 por ciento.
¿Por qué son importantes?
Estos órganos de 12 por seis centímetros y aproximadamente 150 gramos de peso, detalla Trinidad Ramos, tienen varias funciones. Una es mantener el equilibrio de nuestro medio interno, es decir, la excreción de sustancias por la ingesta de proteínas.
Otra es eliminar el líquido que le sobra al organismo; regular la presión arterial; cumple funciones de glándula al producir sustancias como la eritropoyetina, cuya función es estimular la médula ósea para producir glóbulos rojos. Asimismo, activa otra hormona que es la vitamina D, la cual sirve para la absorción intestinal.