Investigadores de la Universidad de Bristol en Reino Unido, informaron a través de un comunicado que las niñas nacidas de mujeres cuyas madres fumaron durante su gestación tienen un riesgo mayor de padecer autismo que aquellas que no lo hicieron.
Es bien sabido que proteger a un bebé del humo del tabaco es una de las mejores cosas que puede hacer una mujer para ofrecer a su hijo un buen estado de salud en el comienzo de su vida. Y ahora, nuestros resultados muestran que el no fumar durante el embarazo también ofrece a sus futuros nietos un mejor comienzo”, aseguró Jean Golding, directora de esta investigación.
Los autores del estudio analizaron el historial médico de 14 mil 500 niños británicos y se fijaron expresamente en la ausencia o presencia de tabaquismo durante la gestación de sus progenitores, tanto padres como madres. Y de acuerdo con los resultados, las niñas cuyas abuelas maternas fumaron en el embarazo tenían un riesgo hasta 67 por ciento mayor de desarrollar algunas características típicas del autismo, caso de déficits en la comunicación y una dependencia exagerada de las rutinas.
Marco Pembrey, co-autor de la investigación comentó que el tabaco daña el ADN mitocondrial, y que las mitocondrias se transmiten a la siguiente generación únicamente a través del óvulo de la madre. Así, las mutaciones iniciales en las mitocondrias podrían no tener un efecto sobre las propias madres, pero su impacto podría ser mayor cuando fueran finalmente transmitidas a las nietas.