Luego de la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales del pasado 8 de noviembre la demanda del DIU en Estados Unidos se incrementó de manera exponencial, esto como respuesta a la amenaza del magnate de acabar con Obamacare. Sin embargo, el acceso a métodos anticonceptivos es la menor de las afectaciones que espera a las mujeres en términos de salud si Trump cumple con lo que ha prometido.
De acuerdo con una investigación realizada por the National Women’s Law Center, antes de que el Acta de Atención de Salud Asequible (Obamacare) fuera aprobada en 2010, el 60 por ciento de los planes de salud individual más populares de la Unión Americana ofrecían precios más elevados para las mujeres, incluso cuando éstos no incluían ningún tipo de cobertura durante el embarazo.
Incluso la misma investigación señala que en 2009, un año antes de la entrada en vigor de Obamacare, sólo el 13 por ciento de los planes de salud disponibles para mujeres menores de 30 años incluía beneficios por maternidad, beneficios que Obamacare requirió fueran incluidos dentro de todos los planes de salud al formar parte de los 10 beneficios básicos de salud.
Una vez que el Obamacare fue establecido esta disparidad desapareció, pues la ley obligaba a las aseguradas a cobrar la misma cantidad a hombres y mujeres por los mismos servicios, situación que desaparecería si Donald Trump cumple a rajatabla una de sus principales promesas de campaña.
Pero la maternidad no será el único “problema” que las mujeres enfrentarán bajo la presidencia de Donald Trump, pues otro de los grandes logros de Obamacare consistió en incluir sin cuotas adicionales o deducibles cualquier servicio preventivo que la Fuerza de Tarea de Servicios Preventivos de los Estados Unidos llegase a recomendar, como fueron y son las pruebas de cáncer de mama y cáncer cérvicouterino, entre otras.
Por el momento sólo resta esperar y ver qué sucederá con Obamacare, sin embargo, el panorama no luce nada alentador para las mujeres estadounidenses, pues Trump ya ha elegido a Tom Price como el futuro encargado del Departamento de Salud y Servicios Humanos, siendo éste uno de los principales críticos y detractores del Acta de Atención de Salud Asequible desde sus inicios.