En la actualidad Estados Unidos enfrenta una severa crisis de salud a causa del consumo excesivo de opioides, situación que ha provocado que durante los últimos dos años se registre una disminución en la esperanza de vida de la población, aunque no se trata del único país que sufre de este problema.
De manera similar, Canadá también enfrenta un grave problema y tan sólo para dimensionar el panorama actual, durante el 2017 por primera vez en su historia se registraron más muertes por consumo de opioides que por accidentes automovilísticos.
En ese sentido, de acuerdo con la Agencia de Salud Pública de Canadá (PHAC), durante el año pasado ocurrieron 2 mil 66 muertes a causa de accidentes vehiculares, mientras que los fallecimientos generados por el consumo desmedido de opioides superaron los 4 mil fallecimientos, lo que representa un incremento del 30 por ciento con respecto al 2016.
Esta situación resulta preocupante si se considera que el gobierno canadiense ha emprendido medidas para controlar el exceso de consumo de sustancias opioides como el fentanilo, la cual es considerada como una de las más potentes y adictivas que existen.
Algunas de las medidas que han implementado las autoridades son establecer sitios supervisados donde las personas que requieren el opioide para controlar un dolor crónico se puedan inyectar, la creación de centros dedicados a la prevención, reducir las barreras para acceder a otras opciones de tratamiento y una campaña permanente de educación y prevención.
Pero debido a los nulos resultados observados, el Parlamento Federal analiza la propuesta de legalizar el consumo de marihuana para uso recreativo en Canadá, lo que ha generado opiniones encontradas.
Por lo pronto, hay que recordar que tan sólo durante el 2016 el consumo de opioides provocó 64 mil muertes en Estados Unidos, por lo que se teme que en un futuro Canadá pueda llegar a vivir una situación similar.