Tras su inicial propuesta y eventual aprobación por la Asamblea Legislativa de la Ciudad de México (CDMX) en 2013 y 2015, respectivamente, finalmente entra hoy en vigor la nueva constitución política de la Ciudad de México. Entre sus puntos más importantes se encuentran varias nociones novedosas sobre cómo se podrá tratar la salud en la entidad, en especial con respecto al uso de la marihuana y la práctica de la muerte asistida.
De acuerdo con Javier Martín Reyes, profesor de Estudios Jurídicos del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en entrevista con Reporte Índigo, la Constitución de la CDMX tiene más derechos fundamentales contemplados en su texto que los que se especifican en la Carta Magna federal. Sin embargo, afirmó que el plano normativo no es relevante si no se ven cambios en la realidad de las personas.
Uno de los nuevos derechos que contempla la nueva Constitución de la CDMX es la muerte digna, ya que ahora los habitantes de la capital podrán contar con el servicio de deceso asistido siempre y cuando ya no haya posibilidad alguna de salvar la vida. Este punto, aunque no está especificado como tal en el texto, está implícito en el derecho a la vida digna, de acuerdo con la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
También se establece en la nueva constitución que cualquier habitante de la CDMX podrá empezar a utilizar la marihuana medicinal con fines médicos y terapéuticos. Sin embargo, se estableció que éste derecho no podrá ser ejercido sino hasta que esté contemplado también en la Ley General de Salud, por lo que en la práctica la Comisión Federal para la Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) seguirá revisando el uso de esta droga caso por caso.
Otros puntos importantes contemplados en la constitución es la continuación del aborto despenalizado, así como nuevas reglas que pretenden asegurar la no-discriminación (sexual, religiosa o étnica) en la venta de servicios o productos dentro de la CDMX, así como en el trato en general con la población o con organizaciones públicas, privadas o sociales.
En materia política, la CDMX también podrá aspirar a un Jefe de Gobierno que haya llegado al poder a través de un sistema de coalición, donde responda a representantes de los partidos políticos con presencia en el Congreso. Además, la denominación y organización de las delegaciones (ahora alcaldías) pasará a ser más similar al resto de la república.