Las garrapatas son capaces de transmitir a los seres humanos una gran variedad de enfermedades como la tularemia, el tifus o la enfermedad de lyme; sin embargo, más recientemente se ha descubierto en Australia que su mordedura también puede desencadenar alergia a la carne roja.
Por increíble que lo anterior pueda parecer, en los últimos meses se han presentado en Australia decenas de casos de personas que tras ser mordidas por una garrapata han comenzado a presentar alergia a la ingesta de carne de mamíferos e incluso, en algunos casos más extremos, a productos derivados de éstos como pueden ser los productos lácteos o la grenetina.
De hecho en algunos de los hospitales del Este de Australia, como el Mona Vale Hospital, la alta incidencia de casos de MMA (alergia a la carne de mamíferos) ha obligado a establecer dos preguntas de rutina a todo paciente que se presente con reacciones alérgicas extremas: 1) ¿A consumido carne roja en las últimas horas? y 2) ¿Fue mordido por una garrapata recientemente?
La relación entre las mordeduras de garrapata y la anafilaxia por ingesta de carne de mamíferos fue descrita por primera vez en 2007 por la doctora Sheryl van Nunen, quien señala que dicho padecimiento se ha extendido drásticamente en la última década, pues actualmente diagnostica al menos un nuevo caso diariamente.
A diferencia de la mayoría de las alergias a cualquier otro alimento, la MMA es de acción retardada y pueden pasar entre 2 y 10 horas antes de que los síntomas comiencen a presentarse en forma de dolores estomacales, sarpullido o anafilaxia.