Estudiantes de medicina de la Universidad de Monterrey (UDEM) reciben entrenamiento en el abordaje de pacientes con distintas enfermedades con ayuda de robots que tienen pulso, sangran y lloran.
Esta casa de estudios en Nuevo León cuenta con una clínica de simulación donde los pacientes tienen nombre, apellido e historia clínica, pero no son humanos.
El objetivo de entrenar con estos recursos a los médicos en formación es ayudarlos a evitar errores en la práctica clínica, señala Guadalupe Ponce, coordinador del centro de simulación de UDEM.
Aunque al principio pareciera no tener trascendencia, puesto que es el profesor quién habla por el robot, los estudiantes reconocen que esta actividad constituye un ejercicio que puede ayudar a salvar una vida.
En todo momento, los futuros médicos deben tratar al robot como un paciente real con el que sostienen comunicación, explica Ponce:
Desde que el estudiante entra debe saludar al paciente, debe venir vestido como un médico, tiene que comportarse con respeto, hacemos mucho hincapié en la ética al dirigiese al paciente. Al estudiante le decimos: ‘no vienes con un robot, vienes con un paciente’.
Sin embargo, la práctica con el robot es sólo la primera parte del ejercicio, pues la segunda consiste en analizar los vídeos que se han grabado y sostener discusiones para determinar los errores a fin de corregirlos en una segunda práctica, una ventaja que no se tiene con pacientes humanos.
Imagen: ABC