Hace un par de días se aprobaron las nuevas reformas a los Servicios Nacionales de Salud en Inglaterra, las cuales han causado controversia debido a que, para muchos, generarán discriminación e inclusive podrían llegar a causar homofobia entre la población, en especial el hecho de que ahora todos los pacientes que acudan a un centro público de salud deberán especificar su preferencia sexual.
En este caso, dichas modificaciones se empezarán a emplear a partir del 2019 y el principal punto que ha generado molestia es que ahora todos los médicos deberán entregar un formulario a los pacientes que atiendan en el que se lee la pregunta: “¿Usted con cuál preferencia sexual se identifica?” y el mismo formato incluye una serie de respuestas que incluyen “heterosexual”, “homosexual”, “bisexual”, “lesbiana”, “no estoy seguro”, “no lo sé” y “no estoy seguro”.
De acuerdo con las autoridades nacionales, lo que se busca con esta pregunta, la cual es obligatoria, es mejorar los servicios de salud dirigidos para las personas de la diversidad sexual.
Por otra parte, integrantes de la comunidad LGBTTTI e inclusive varios médicos han protestado por la medida al considerarla como absurda e innecesaria, además de considerar la pregunta como intrusiva y ofensiva, por lo que no se debería obligar a ningún paciente a tener que especificar su preferencia sexual en cada consulta de salud.
En respuesta, las autoridades inglesas aseguraron que toda la información recolectada será de uso privado y jamás será motivo de discriminación hacia los pacientes.
No tendrá ningún impacto en la atención que los pacientes reciban. Todos los organismos de salud y autoridades locales responsables de la atención están obligados por ley a que no se discrimine a los pacientes.