Durante los últimos años se ha popularizado el uso de la copa menstrual aunque también se han incrementado los mitos a su alrededor. Uno de los principales problemas de la era digital es la proliferación de fake news y lo más grave es cuando tienen una relación directa con la salud.
A pesar de que nos encontramos en el 2025 todavía persisten algunas creencias anticuadas. Con esto en mente, es momento de aclarar algunas de las más comunes acerca de la anatomía femenina.
¿Qué es la copa menstrual?
La copa menstrual es una alternativa a las toallas sanitarias y los tampones. A grandes rasgos consiste en un recipiente que se inserta en la vagina para recolectar la sangre generada durante la menstruación.
Existen diversos modelos pero los más comunes son los creados con materiales hipoalergénicos como látex y silicón de uso médico.
Mientras que otra de sus características es su durabilidad porque cada copa menstrual puede ser utilizada hasta por 10 años. Por lo tanto, es una alternativa amigable con el medio ambiente.
Mitos sobre la copa menstrual
Con respecto a los mitos más frecuentes acerca de la copa menstrual hay uno bastante común. Tiene relación con los supuestos daños que provoca en mujeres que nunca han tenido relaciones sexuales.
En realidad no hay fundamentos acerca de posibles afectaciones. Por lo tanto, es un invento ideal para todo tipo de mujeres.
El estado del himen y de la vagina no afecta a la capacidad para introducir productos menstruales en el cuerpo. La mayoría de los himen tienen aberturas naturales, e insertar una copa simplemente estirará el tejido pero no lo dañará.
Para decirlo de otra forma, usar una copa menstrual no afecta en lo más mínimo la virginidad.
Tu cuerpo, tu experiencia y tu historia
Perpetuar los mitos sobre el himen y la virginidad puede tener consecuencias en el mundo real. Fomenta la vergüenza, la desinformación e incluso el miedo.
Al sustituir estos mitos por hechos, capacitamos a las personas para que tomen decisiones informadas sobre su cuerpo y adopten una relación más sana con su sexualidad.
Al fin y al cabo, tu cuerpo es tuyo. Tanto si decides utilizar una copa menstrual, mantener relaciones sexuales o simplemente informarte, la clave está en tomar decisiones que te parezcan adecuadas. Recuerda que no hay por qué avergonzarse de aprender, explorar y ser dueña de tu propio relato.