Los pacientes millennials son más proclives a padecer tecnodolencias. Dichas patologías, provocadas por los malos hábitos en la alimentación y el uso excesivo de los medios digitales, a su vez, derivan en un estilo de vida sedentario. En este sentido, una investigación realizada por el Cancer Research UK reveló que por esos motivos 7 de cada 10 jóvenes presenta algún grado de sobrepeso y están a punto convertirse en la generación con más obesidad.
Afortunadamente los expertos en la salud pueden ayudar a corregir esas conductas y prevenir sus efectos negativos. A continuación, las enfermedades que llevan a los millenials a los consultorios a consecuencia de su adicción a la tecnología.
Nomofobia
- Es la que más los aqueja. Presentan cuadros de ansiedad, miedo, obsesión o angustia por la falta de su smartphone o de conectividad a internet. Puede llegar a ser una limitante para su rendimiento profesional o social.
Distemia
- Este trastorno se presenta en los jóvenes como una forma crónica de la depresión prolongada cuando sufren en el ámbito laboral o educativo y prevalece la falta de interés en cualquier actividad, o cosas que estimulan la felicidad.
Dolores musculares y tendinitis
- Estas tecnodolencias son ocasionadas por el abuso de los dispositivos móviles como el smartphone, la tableta y, en menor grado pero también motivo de dolencia, la computadora.
Fatiga visual
- El contacto prolongado con pantallas y dispositivos desde la niñez, provoca en los millennials molestias oculares, cansancio, sequedad, visión borrosa, lagrimeo y dolores en la cabeza, espalda y cuello, que si no se atienden pueden volverse crónicos.
Ansiedad
- Esta población desarrolla ansiedad 30 por ciento más grave que la generación X, nacida entre 1965 y 1979. Además, en el pasado este padecimiento podía manejarse de forma más sencilla, actualmente, ésta se ha convertido para algunos jóvenes en una barrera para su desarrollo cotidiano y profesional.