Cada vez es más frecuente escuchar noticias sobre la existencia de microplásticos en el agua. Aunque a veces se minimiza el problema en realidad la situación es bastante grave para la salud de los animales y los humanos. Además el panorama a futuro no es alentador porque los niveles cada vez son más elevados.
El plástico es omnipresente. Está en los hogares, oficinas y hasta en los productos que forman parte de la vida diaria como envases, ropa, utensilios de cocina y cosméticos. Se usa mucho porque es duradero y barato pero existe un costo que suele dejarse de lado: sus consecuencias en la salud.
¿Qué son los microplásticos?
Se trata de múltiples pedazos milimétricos de plásticos que están presentes en los alimentos, el agua de la llave, la embotellada, en los océanos y hasta en el aire. De acuerdo con EnviroPlaNet miden entre 1 μm (micra) y 5 mm (milímetros).
“Debido a sus dimensiones estos pueden infiltrarse en casi todos los aspectos de nuestra vida. Por ejemplo, se ha demostrado que están en el agua que consumimos, tanto en el agua del grifo como en la embotellada. Esto significa que existe un riesgo constante de que entren en nuestro organismo”, explica Leandro Barrionuevo, cofundador y director de Pura.
El análisis Naturaleza sin plástico: evaluación de la ingestión humana de plásticos presentes en la naturaleza, elaborado por la Universidad de Newcastle en Australia, sugiere que las personas consumen alrededor de 2,000 pequeñas piezas de plástico, la cantidad que contiene una tarjeta de crédito a la semana. Eso equivale a aproximadamente 21 gramos al mes, es decir, poco más de 250 gramos al año.
¿Cuáles son los riesgos por la presencia de microplásticos en el agua?
Es importante destacar que los microplásticos pueden ser vectores y encapsular otros patógenos, como virus y bacterias, además los plastificantes asociados al agua envasada como los PFAS y BPAs. A estos les llamamos contaminantes emergentes son derivados de la actividad humana y tienen efectos negativos en la salud, generando infertilidad, trastornos hormonales y depresión.
Agua embotellada en envases de plástico
El agua es esencial para el funcionamiento del cuerpo humano y su consumo diario puede ayudar a una persona a mantener la salud; sin embargo, la posibilidad de que ésta se encuentre llena de microplásticos ha encendido las alertas sanitarias.
El riesgo no termina ahí porque también existe presencia de microplásticos en el agua embotellada, generalmente en envases elaborados con plástico PET, es decir, tereftalato de polietileno. En este caso, las partículas detectadas provienen del envase y la tapa.
Aunque las personas no suelen pensar en el impacto climático del plástico, la realidad es que contamina igual o tanto más los plásticos de un sólo uso como los microplásticos y la creencia de que el agua embotellada está menos contaminada es errónea.