La diabetes ha mostrado un aumento exponencial hasta convertirse en una de las primeras causas de mortalidad en nuestro país. En parte se debe al actual estilo de vida basado en el sedentarismo y una alimentación deficiente. Como resultado, el 90 por ciento de los casos de este padecimiento tienen relación con la obesidad y el sobrepeso. Además, su vínculo con la hipertensión, combinado con una baja tasa de diagnóstico y la falta de adherencia al tratamiento hace que solo el 3.1 por ciento de la población mexicana que la padece la mantenga bajo control. Mientras que como alternativa ahora se propone la microbiota intestinal.
Este nuevo enfoque en el abordaje del padecimiento podría resultar sumamente benéfico para el desarrollo de nuevas terapias, así como el mejoramiento de los tratamientos existentes.
Relación entre la microbiota intestinal y la diabetes
La Dra. Valentina García, representante del Biocodex Microbiota Institute en México, afirma que abordar la diabetes desde la perspectiva del microbioma humano resulta de suma importancia, pues el desequilibrio del conjunto de bacterias en el intestino, generalmente causada por una mala alimentación, produce una cascada de reacciones inflamatorias que son perjudiciales en el organismo.
“El páncreas, afectado por inflamación crónica, produce menos insulina, que a su vez las células aprovechan menos, es decir, se genera resistencia a la insulina, característica principal de la diabetes de tipo 2, mientras que el almacenamiento de grasas en los tejidos y su transporte en la sangre también se ven alterados”.
Por ello es que un estudio publicado por el Biocodex Microbiota Institute, señala qué si bien existe una predisposición genética a la diabetes tipo 2, algunos lípidos y azúcares desencadenan una respuesta inflamatoria asociada con desórdenes metabólicos. Al final todo genera un círculo vicioso en el que la disbiosis podría contribuir a la falta de control de la enfermedad.
La investigación de la relación entre la microbiota intestinal, diabetes y síndrome metabólico también ha permitido descubrir que las bacterias que viven en el intestino podrían influir en los efectos de la metformina.
De acuerdo con otro de los estudios del Biocodex Microbiota Institute, a pesar de ser que los beneficios de este medicamento están bien documentados, no se conoce exactamente su mecanismo de acción. Sin embargo, se ha observado que sus efectos podrían ayudar a reducir la absorción de grasas a través de la microbiota intestinal -una de las muchas funciones de este órgano.
“Este descubrimiento abre la puerta a la generación de estudios biomédicos enfocados en mejorar la acción de los tratamientos existentes y que son accesibles a la población”.
Aunque desde hace mucho tiempo se sabe que en el tratamiento de la diabetes, un estilo de vida equilibrado, la pérdida de peso, actividad física regular y alimentación saludable son la base para mantener bajo control el padecimiento, los estudios han demostrado que la función de ciertas bacterias intestinales y/o de probióticos podrían tener efectos benéficos, sobre todo en el apetito y en la glucemia, lo que facilitaría el cumplimiento de objetivos terapéuticos en estos pacientes. De esta manera el campo de estudio es prometedor para ayudar a combatir esta pandemia que afecta a millones de personas en el mundo.