Alrededor del planeta ya se superó la marca de los 25 millones de casos positivos de Covid-19 y cada vez se está más cerca de llegar al millón de fallecimientos. A la fecha son muy pocos los países que han logrado un control de la situación. A su vez, un error que cometen algunas personas es pensar que los proyectos de vacuna que están en desarrollo significarán una solución inmediata. Además de la producción también se debe considerar la aplicación, período que requerirá al menos un año.
Pese a que todos se encuentran expuestos a infectarse, existen grupos vulnerables en donde el riesgo es mayor. De manera regular se menciona a los adultos mayores y personas con enfermedades crónicas pero también hay otro sector con un alto riesgo. Se trata del conformado por los profesionales de la salud debido al contacto físico que mantienen con los pacientes.
Los riesgos de ser médico en México
Como muestra de lo anterior, Amnistía Internacional publicó los resultados de un estudio a nivel mundial en donde se identificó que más de siete mil trabajadores de la salud han fallecido por Covid-19. Aunque lo que más ha llamado la atención es que México ha sido catalogado como el país en el que han ocurrido más decesos de este tipo.
Con base en el trabajo existen mil 320 decesos documentados, lo que representa la cifra más alta para un país en todo el mundo.
Dentro de la misma investigación se ubica Estados Unidos en segundo lugar con mil 077 muertes, seguido de Reino Unido (649), Brasil (634), Rusia (631), India (573), Sudáfrica (240), Italia (188), Perú (183), Irán (164) y Egipto (159).
Por otra parte, se debe recordar que el reporte del 26 de agosto de la Secretaría de Salud (SSa) indicaba la existencia de 97 mil 632 casos positivos por Covid-19 entre profesionales de la salud en nuestro país. De ellos, la mayoría de infecciones se concentran en personas de 30 a 34 años de edad.
Razones de la alta tasa de mortalidad
Aunque lo que no se puede pasar por alto es identificar los motivos de este fenómeno y cómo se puede combatir. Dentro de los principales motivos se puede mencionar la falta de apoyo que sufrieron los trabajadores de la salud al inicio de la pandemia.
En varios puntos del país se realizaron manifestaciones afuera de hospitales para denunciar la falta de Equipos Personales de Protección (EPP). A pesar de ser una herramienta necesaria para la atención de pacientes infectados, en muchos nosocomios no se brindaron las herramientas a tiempo.
De igual forma, el déficit de personal ha provocado que los médicos y enfermeras deban enfrentarse a jornadas todavía más extensas y agotadoras para atender a todos los pacientes. De tal forma, se encuentran agotados tanto física como emocionalmente, lo que incrementa la posibilidad de que se contagien dentro de sus espacios laborales.