Durante el Foro Binacional de Salud 2017 organizado por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Casa de la Universidad de California en la Ciudad de México, el director del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Juan Rivera Dommarco, informó que el mexicano bebe en promedio 163 litros de refresco por año.
Esto equivale a unos 466 mililitros por día y 459 latas en un año, lo que representa uno de los consumos más altos del mundo y significa que 66 por ciento de los mexicanos ingiere una cantidad de azúcar mayor a la recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), explicó.
Hay naciones como México y Estados Unidos donde el consumo de bebidas azucaradas, que es factor de riesgo muy claro como causa de obesidad, se consumen de manera muy elevada por la población. El consumo de bebidas azucaradas lleva a sobrepeso, obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicas. En México, el consumo de bebidas azucaradas es uno de los más altos en el mundo: 163 litros por persona por año.
En comparación con otros países, la cifra resulta excesivamente alta pues, en España, por ejemplo, una gráfica de Statista con información del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente muestra que el consumo per capita de bebidas azucaradas pasó de 49.85 kilos en 2011 a 49.53 en 2014, de modo que aunque haya habido incremento éste es incomparable con lo que ocurre en México.
Al respecto, OMS ha recomendado que la ingesta calórica diaria provenga de azúcares adicionados en no más del 10 por ciento, aunque en general sugiere reducir su consumo a menos del cinco por ciento para cuidar la salud, sin embargo, Rivera advierte que 66 por ciento de los mexicanos tienen ingesta mayor, el cual, en promedio, es de 12.5 puntos porcentuales. En este sentido, aclaró que el 70 por ciento del consumo de azúcar adicional en el país proviene de bebidas azucaradas.
El doctor Rivera Dommarco destacó que el impuesto a los refrescos y bebidas azucaradas ha representado una reducción promedio en la compra del 7.5 por ciento, no obstante, aclaró que una sola estrategia resulta insuficiente para eliminar el problema, de modo que en la actualidad hay medidas que deben revisarse y evaluarse.
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