Desde que se dio a conocer la aparición de una nueva enfermedad que pronto fue bautizada como Covid-19 se hizo énfasis en la importancia de diseñar una vacuna. Aunque al principio parecía que se necesitarían varias años para conseguirlo al final se consiguió en tiempo récord. Ahora ya es una realidad e inclusive existen más de una decena de versiones que han superado todas las fases clínicas y ya se aplican alrededor del mundo. A pesar de que se trata de un gran avance todavía quedan muchas dudas pendientes.
En ese sentido, a lo largo de las últimas semanas ha surgido la interrogante sobre si es necesario cambiar el esquema de inmunización original anunciado por cada farmacéutica. Todo tiene su origen en la expansión que ha tenido la Variante Delta y la forma en que ha demostrado ser más peligrosa que las demás cepas.
Con base en los estudios más recientes se sabe que un paciente infectado con esta mutación tiene una carga viral hasta mil veces mayor. La consecuencia es que puede contagiar a más personas y tiene más probabilidades a desarrollar una fase grave de la enfermedad. Además también se ha comprobado que algunas inmunizaciones pierden eficacia.
Farmacéuticas piden cambiar esquema de vacunación
Con lo anterior en mente, algunas farmacéuticas como Pfizer y Moderna que originalmente dijeron que se requería de dos dosis de sus respectiva vacuna han cambiado de opinión. Ahora ambas señalan que deberían aplicarse tres inyecciones para garantizar una máxima protección a largo plazo.
Desde entonces se ha generado una fuerte discusión porque la Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene una postura distinta. De acuerdo con recientes declaraciones ha hecho la recomendación de que no se aplique una tercera dosis hasta que al menos el 10 por ciento de la población de los países pobres reciba la vacuna.
Pese a la indicación anterior algunas naciones como Francia, https://www.saludiario.com/wp-content/uploads/2015/12/8f6d71a5-bigstock-human-brain-and-computer-chip-39563953-1-e1464383720513.jpg, Uruguay y Chile las han desobedecido. En su opinión sí aplicarán una inyección de refuerzo lo más pronto posible para proteger a sus respectivos ciudadanos.
La decisión final de México
En medio de esta situación ahora México externó su propio punto de vista. Fue el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, quien a través de una reunión virtual con los gobernadores de todo el país indicó la postura de nuestro país. En sus palabras, de momento no se planea aplicar una dosis adicional a las estipuladas en un inicio por cada farmacéutica.
Al referirse a las vacunas de refuerzo con una tercera dosis para las que requieren dos aplicaciones, o una segunda para las que son unidosis, reiteró que esa propuesta está fuertemente impulsada por las farmacéuticas. En cambio, es refutada por organismos internacionales como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Federal Drug Administration (FDA) de los Estados Unidos; además de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) y la OMS, debido a que no hay evidencia científica sobre la necesidad de un refuerzo.
A partir de lo anterior México se coloca del lado de la OMS y la vacuna de Pfizer va a continuar con un esquema de dos dosis. Mientras que en el caso de Moderna todavía no ha sido aprobada por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) aunque se prevé que muy pronto sea autorizada en nuestro país.
