Comencemos con lo básico: ¿Qué es la igualdad de género?
La igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres implican que hombres y mujeres, niñas y niños, tengan las mismas condiciones, oportunidades y resultados para ejercer plenamente sus derechos, indistintamente de su sexo e identidad de género. Lo anterior tiene lugar en tres dimensiones interrelacionadas que se refuerzan mutuamente, como se muestra en la siguiente imagen:
Dentro de las metas trazadas en el objetivo número cinco de la ONU (el cual habla sobre lograr la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas), entre 2000 y 2015 se produjeron varios avances a nivel mundial gracias a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (incluida la igualdad de acceso a la enseñanza primaria), a pesar de ella, las mujeres y niñas siguen sufriendo discriminación y violencia en todos los lugares del mundo.
Por tal motivo, continúa siendo necesario un seguimiento detallado, así como el total cumplimiento del objetivo de igualdad, ahora a través de la Agenda 2030.
En este punto, vale la pena recalcar que México es uno de los 51 Estados Miembros Fundadores de la ONU (1945), y su tarea por fomentar el diálogo y consenso entre las naciones lo ha llevado a desempeñar un rol de liderazgo global y regional marcado por una vocación multilateral, en donde si bien es cierto que los avances revelan la necesidad de un mayor compromiso social, y de medidas con estrategias más ambiciosas, éstas podrán lograrse con la participación políticamente activa, dirigida a fortalecer programas que permean el empoderamiento de la mujer, abriéndole así su participación en acciones que beneficien desde luego su entorno y esto lleve de la mano un cambio posicional en materia económica y social.
Si se facilita el acceso e igualdad a la educación, atención médica, jurídica, política, laboral así como patrimonial, entre otras, automáticamente podríamos decir que se estarán impulsando economías sostenibles, que en su conjunto beneficiarán a la sociedad y a la humanidad, ya que se tienen registros de que a nivel mundial, la participación de las mujeres en los órganos legislativos únicos o en los parlamentos nacionales alcanzó el 23.4 por ciento en 2017, siendo sólo un 10 por ciento más que el registrado en el año 2000.
Por ello es importante citar que ONU México ha destacado la necesidad de contar con una estrategia nacional que promueva el cambio estructural hacia la igualdad de género, que apunte al papel de los hombres y jóvenes como agentes de cambio, que incrementen el apoyo de la sociedad civil, que avancen hacia las mejoras en la recolección de información, en los programas y servicios, que garantice el acceso a la justicia de las víctimas de violencia y fortalezca las estrategias de prevención en el marco de las políticas de igualdad.
Por lo anteriormente dicho, el objetivo común es promover una cooperación que apoye el robustecimiento tanto de las capacidades y fortalezas institucionales existentes en México, así como la atención adecuada de los principales desafíos que el país todavía enfrenta en materia de desarrollo, sobre todo en áreas geográficas concretas y en grupos de población específicos.
Esta coyuntura tiene particular importancia en el trabajo que se realiza hoy en día en materia de igualdad de género y empoderamiento de las mujeres, gracias a las fortalezas y avances logrados hasta el momento en diversas áreas a nivel federal; sin embargo, lo anterior no debe ser una señal para bajar la guardia, por el contrario, se debe seguir trabajando en un tema de relevancia internacional hasta comenzar a vislumbrar un cambio y que este sea verdaderamente significativo, como lo está siendo hasta el momento.
Dr. Victor Francisco Herrera Reyes