En la actualidad no existe un tema más importante que la vacuna contra la Covid-19. Se trata del método más eficaz para evitar cuadros graves de la enfermedad y por lo mismo más muertes. Gracias al avance de la tecnología ya es una realidad e inclusive existen más de 10 tipos diseñados por farmacéuticas que ya se aplican en todo el mundo. De este proceso depende alcanzar un eventual regreso a la vida cotidiana. Aunque también existen aspectos adversos que muchos ignoran como la contaminación que se genera.
Mexicanos ofrecen solución
Con el objetivo de que los residuos médicos no afecten al medio ambiente, Ithzel Cerón y Daniel López, estudiantes de Diseño Industrial del Tec de Monterrey, Campus Ciudad de México, diseñaron HELIX, una jeringa precargada para vacunación.
Actualmente, una jeringa convencional está fabricada con cinco materiales: acero, polietileno, caucho, resina, pegamento y tinte térmico. Esto la convierte en un híbrido más difícil de procesar; sin embargo, HELIX está planeada para fabricarse solo con una silicona termo curable UV, un material altamente resistente.
Daniel señala que el proyecto nació al darse cuenta de todos los residuos que genera una vacuna: la jeringa, la ampolleta y el medicamento vienen en distintos empaques. Después de pensar en posibles soluciones se planteó un diseño en el que la misma jeringa ya viniera precargada con el medicamento para ahorrar todos esos envoltorios innecesarios.
¿Cuáles son sus ventajas?
Dentro de las ventajas de esta jeringa destaca que introduce marcas impuestas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su diseño. Además de aprovechar mejor las oportunidades de comodidad y trabajo para el personal de salud.
“Los desechos derivados de una vacunación deben incinerarse debido a los riesgos de contagio, así que es complicado reciclar estos materiales. Nos dimos cuenta que era más fácil generar una jeringa que la usas y tiras tal como está. Así evitaríamos riesgos y ahorraríamos procesos a quienes hacen uso de ellas. Una jeringa normal, al desecharla, deben separarse los residuos, proceso complicado y riesgoso para el personal de salud”, indicó Itzhel Cerón.
HELIX, que todavía se encuentra en desarrollo, se puede compactar y utilizar solo el 30 por ciento del espacio en comparación con la jeringa convencional. Esto hace que su almacenamiento sea más fácil y seguro para cualquier tipo de vacuna.
“Hicimos varios bocetos de modelos hasta llegar a este último, que es comprimible. El que sea comprimible también ayuda a que no pueda reutilizarse y sea más sencillo todo el procedimiento para el personal de salud, además de que ahorraría energía al momento de incinerarse”.
Si te interesa conocer más sobre este proyecto mexicano que pronto podría estar disponible puedes consultar el siguiente enlace.