El dolor es definido como “una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con un daño tisular real o potencia, o se describe en términos de dicho daño” cuando no hay ningún trastorno físico 1. El dolor tiene como función proteger el cuerpo haciendo que el organismo sea consciente de los eventos dañinos y promueve la curación provocando sensibilidad al movimiento u otros estímulos que puedan retrasar la recuperación.
No siempre el dolor está relacionado con el daño tisular y no siempre tiene una función protectora. Este es el caso del dolor neuropático, que es causado por una lesión o enfermedad de las partes somatosensoriales del sistema nervioso, y con algunas otras condiciones de dolor crónico, como la fibromialgia y la migraña 2. El dolor agudo y crónico puede causar sufrimiento e interferir en la vida diaria, factores que influyen en la elección del tratamiento.
Evaluación del dolor
La forma más común de evaluar el dolor es preguntarle al paciente sobre la intensidad del dolor en una escala numérica de 11 puntos (0 a 10) 3. Sin embargo, esta escala puede dar lugar a un uso innecesario de opioides. Además, la intensidad del dolor no refleja la totalidad de la experiencia del dolor y, a menudo, no es una medida del sufrimiento inducida por el dolor. Si se sabe que el dolor tiene un propósito como la curación o es de corta duración, el paciente podría tolerarlo y aceptarlo. El dolor crónico puede causar en el paciente depresión y ansiedad, así como “dolor catastrófico”: es decir, pensamientos negativos sobre el dolor en asociación con una tendencia a sentirse indefenso y magnificar la amenaza del dolor.
Tratamiento psicológico y educación del paciente
Se hace necesario enfatizar en programas de autocuidado, que incorporen información sobre la naturaleza del dolor y la capacidad del paciente para prevenir, afrontar y reducir el dolor a través de programas interdisciplinarios de tratamiento del dolor.
Los tratamientos psicológicos incluyen terapia cognitivo-conductual, biorretroalimentación, hipnosis, entrenamiento de atención plena y manejo del estrés.
Agentes analgésicos no opioides
Se encuentran disponibles varios agentes analgésicos, desarrollados principalmente para afecciones distintas del dolor y con varios sitios de acción biológicos. Estos incluyen medicamentos antiinflamatorios no esteroides, agentes antidepresivos y medicamentos antiepilépticos.
Tratamiento local del dolor
Una ventaja del tratamiento tópico del dolor es la ausencia de efectos sobre el sistema nervioso central y otros efectos secundarios sistémicos. Entre los agentes más comunes utilizados en esta clase se encuentran el parche de lidocaína, el parche de capsaicina, la toxina botulínica tipo A.
También, puede darse un manejo del dolor intervencionista, como la cirugía. Indicada para el tratamiento del dolor si la causa subyacente se puede abordar de forma segura y con un beneficio clínico neto. En otros casos, las terapias complementarias, que incluyen meditación, yoga, acupuntura, musicoterapia, terapia de calor, imágenes guiadas, quiropráctica y biorretroalimentación 4.
Con frecuencia, los tratamientos farmacológicos e intervencionistas para el dolor crónico no proporcionan una reducción del dolor o solo una pequeña por lo que son consideradas por el paciente como inadecuadas. Cada enfoque puede tener efectos secundarios asociados a una disminución de la calidad de vida e interferencia con las actividades diarias. La educación y capacitación de los profesionales de la salud podrán garantizar tratamientos basados en evidencia seguros y rentables.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
- Merskey H, Bogduk N. Clasificación del dolor crónico: descripciones de síndromes de dolor crónico y definiciones de términos de dolor. 2ª ed. Seattle: IASP Press, 1994( https://www.iasp-pain.org/PublicationsNews/Content.aspx?ItemNumber=1673.
- Treede RD, Rief W, Barke Ay col. El dolor crónico como síntoma o enfermedad: la Clasificación de Dolor Crónico de la IASP para la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11). Dolor 2019; 160: 19 – 27.
- Ballantyne JC, Sullivan MD. Intensidad del dolor crónico: ¿la métrica incorrecta? N Engl J Med 2015; 373: 2098–
- Chen L, Michalsen A. Manejo del dolor crónico mediante medicina complementaria e integradora. BMJ 2017; 357: j1284-j1284.
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