Recientemente, los ácidos grasos omega-3 han adquirido fama por sus supuestas propiedades en el tratamiento de múltiples padecimientos de salud: reducir algunos marcadores sanguíneos relacionados con la inflamación, paliar ciertos síntomas de los comportamientos depresivos y para varias funciones cerebrales.
Ahora, un estudio realizado por la Universidad de Illinois en Estados Unidos ha arrojado evidencia de que la metabolización de los ácidos grasos omega-3 podría tener efectos anticancerígenos. En pruebas de laboratorio con ratones, los especímenes segregaron moléculas que inhibieron el crecimiento y la propagación del cáncer tras procesar estas sustancias.
Los ratones produjeron moléculas endocannabinoides (con propiedades similares a las cannabinoides pero sin efectos psicotrópicos) después de metabolizar ácidos grasos omega-3. Según el estudio, publicado en The Journal of Medicinal Chemistry, estas moléculas ayudaron a los sujetos de prueba a combatir algunos síntomas provocados por sus tumores de osteosarcoma.
Consumir omega-3 ayudó a los ratones a reducir el crecimiento de los nódulos y vasos sanguíneos que alimentan a los tumores, inhibieron la migración de las células cancerígenas y provocaron la muerte de varios microorganismos. De acuerdo con la profesora Aditi Das, miembro de la investigación, la producción de endocannabinoides podría ayudar a combatir múltiples problemas relacionados con el cáncer, la inflamación y el dolor.
Aditi Das afirmó que la investigación surgió de un descubrimiento realizado en 2017, cuando se identificó que un grupo de metabolitos de ácidos grasos omega-3 (epóxidos endocannabinoides, o EDP-EA) tenía propiedades antiinflamatorias y afectaba a los mismos receptores biológicos que la cannabis. Su estudio buscaba determinar si estas moléculas, al igual que la cannabis, tienen propiedades anticancerígenas.
Las pruebas de laboratorio arrojaron que las concentraciones altas de EDP-EA (desarrolladas por los ratones infectados con osteosarcoma tras metabolizar omega-3) consiguieron matar menos células cancerígenas en comparación a otros medicamentos quimioterapéuticos, pero ralentizaron el crecimiento tumoral y evitaron la propagación de los organismos cancerígenos a otras regiones.
Timothy Fan, coautor de la investigación, afirmó que el desarrollo de terapias que impidan la migración de células anticancerígenas podrían utilizarse como un complemento a las quimiterapias para ralentizar o inhibir la metástasis de los cánceres. Los científicos trabajarán en desarrollar derivados de los omega-3 que se adhieran más fácilmente al receptor cannabinoide y en la realización de estudios pre-clínicos en perros.